El juicio contra Al Bashir por el golpe de 1989 arranca entre incidentes

Actualizado
  • 06/10/2020 12:17
Creado
  • 06/10/2020 12:17
El fiscal afirmó que hay "evidencias, documentos, confesiones y grabaciones de video de líderes civiles y militares"

El juicio contra el exdictador sudanés Omar al Bashir por el golpe de Estado que le llevó al poder en 1989 arrancó este martes con la lectura de los cargos por parte de la Fiscalía y nuevos incidentes protagonizados por abogados de los 28 acusados, que abandonaron la sesión.

El juicio se inició con la lectura del escrito de la acusación por parte del fiscal general de Sudán, Taj al Sir al Hibr, y con el propio Al Bashir en la primera línea del banquillo de los acusados.

El fiscal afirmó que hay "evidencias, documentos, confesiones y grabaciones de video de líderes civiles y militares sobre la planificación e implementación del golpe".

En su presentación se refirió a las circunstancias del golpe de 1989 asegurando que "el Frente Islámico se infiltró en las fuerzas armadas, puso fin a un sistema democrático y bloqueó la transferencia pacífica del poder", lo que provocó el enfado de la defensa.

Varios abogados de la defensa decidieron entonces abandonar la sala, y el juicio fue suspendido hasta el próximo día 20.

Desde que el proceso judicial contra Al Bashir comenzó el pasado 21 de julio, todas las sesiones habían sido suspendidas antes de comenzar por incidencias procesales y objeciones de la defensa para encontrar un lugar "adecuado y amplio", en un contexto de emergencia sanitaria por la COVID-19.

AL BASHIR VUELVE A APARECER ANTE EL TRIBUNAL

La vista tuvo lugar en la sala de Pruebas Forenses del Centro de Formación de la Policía en Jartum, el lugar escogido para albergar un juicio histórico que por fin arrancó tras meses de aplazamientos, entre otras cosas, porque la defensa alegaba que las salas de los otros tribunales son demasiado estrechas para los 28 imputados.

Los imputados llegaron a la sede del tribunal en dos autobuses con cristales tintados, custodiados por un gran dispositivo de seguridad de más de veinte vehículos policiales, y accedieron a la sala no sin antes saludar a sus familiares y abogados que ya ocupaban su sitio.

Al Bashir, derrocado en un golpe de estado en abril del año pasado y detenido desde entonces, se encontraba en primera fila escuchando las acusaciones de la Fiscalía como ya lo había hecho en otras cinco ocasiones anteriores.

El tribunal rechazó las impugnaciones presentadas por la defensa cuestionando que el juicio está teniendo lugar ante una instancia judicial formada de manera inconstitucional y también rechazó la recusación de uno de los jueces por haber participado en las manifestaciones contra Al Bashir.

UN PROCESO JUDICIAL CARGADO DE INCIDENTES

El proceso judicial contra Al Bashir comenzó el pasado 21 de julio con una serie de sesiones prejudiciales para cumplir con las formalidades de imputación de los acusados, que han estado plagadas de problemas e incidencias presentadas por las defensas.

Uno de los abogados de Al Bashir, Hashem Abu Bakr, dijo a Efe que el retraso de las vistas "no beneficia a los acusados porque la mayoría de ellos están en prisión y no tienen libertad".

Además, Abu Bakr se mostró descontento con la actuación del tribunal puesto que no decidió sobre una de las peticiones de apleación presentadas por la defensa: cerrar el caso contra el casi octogenario exdictador porque considera que ya ha prescrito.

La respuesta del tribunal fue trasladar la sesión a otra sala más grande para acomodar a los imputados, los familiares, los abogados y a la acusación, con el objetivo de conseguir mantener las distancias de seguridad recomendadas por el Ministerio de Salud sudanés y así evitar la propagación del coronavirus, según el abogado.

Por su parte, el miembro de la acusación Al Moez Hadrat, dijo a Efe que la defensa busca "interrumpir las audiencias" en un movimiento "táctico" para convertir el juicio en un caso político.

En este sentido, aseguró que no fue necesario suspender el proceso judicial hasta en cinco ocasiones y alegó que se podría haber completado en dos vistas, pero la búsqueda de una nueva sala por parte del tribunal fue "la razón principal" de los continuos aplazamientos.

En caso de ser condenado, Al Bashir y los otros acusados podrían ser sentenciados a pena de muerte.

Sobre el exdictador pesan dos órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI), que responsabiliza a Al Bashir de "genocidio y crímenes de lesa humanidad" por el conflicto de la región de Darfur, que entre 2003 y 2008 causó la muerte de unas 300.000 personas.

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