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- 18/07/2012 02:00
- 18/07/2012 02:00
SOMALIA. Un millón de somalíes han abandonado su país huyendo de la violencia y de la hambruna, según las últimas cifras registradas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El millón de refugiados somalíes se alcanzó la semana pasada, puntualizó la agencia de la ONU, que recordó que estas personas abandonan su país tanto para huir del conflicto interno como de la hambruna que sufre la nación tras años de sequía.
De hecho, más de 2.5 millones de somalíes siguen en estado de emergencia humanitaria un año después de que las Naciones Unidas declararan el estado de hambruna en ese país del Cuerno de África, el 20 de julio de 2011.
Además de los refugiados, en el interior de Somalia hay 1.3 millones de personas que tuvieron que abandonar sus hogares y son desplazados internos. Esto significa que un tercio de la población somalí se ha visto forzada a dejar su casa y buscar refugio en otro lugar.
La mayor parte de los refugiados somalíes se encuentran en el campamento de Dadaab, en Kenia, que acoge a 465 mil personas. Un colectivo que, según denunció recientemente un grupo de ONGs presentes en el terreno, podría verse afectado por la falta de fondos para proveer servicios básicos.
ACNUR informó que el flujo de somalíes que cruzan la frontera se mantiene. Es una situación desesperada que el organismo denuncia hace tiempo y parece no encontrar una salida satisfactoria.
Aunque sigue siendo crítica, las cifras descendieron en relación al año anterior. Durante los primeros seis meses de 2012, 30 mil personas huyeron de Somalia, mientras que en el mismo periodo del año anterior el flujo ascendió a 137 mil.
GUERRA CIVIL ANTIGUA
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré. Desde entonces es un país sin gobierno y está en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.
No obstante, las tropas gubernamentales, apoyadas por las fuerzas multinacionales de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y algunas milicias aliadas, asedian los territorios dominados por la milicia radical islámica Al Shabab. La misma combate para instaurar un estado islámico de corte wahabí en el país.
Pero Al Shabab, que el pasado mes de febrero declaró su unión formal con la red terrorista Al Qaeda, domina aún amplias zonas del centro y el sur de Somalia.
Mientras tanto, los líderes del país trabajan a contrarreloj para completar el plan trazado para acabar con el proceso de transición en Somalia. Esperan que concluya el próximo 20 de agosto con el nombramiento de un nuevo presidente, aunque varias fuentes apuntan a que no se cumplirá a tiempo.