Parlamentarios consideran un escándalo nacional la ablación en Reino Unido

La ablación es un ‘escándalo nacional’ en Reino Unido, donde 170,000 mujeres podrían haber sufrido estas prácticas

La ablación es un ‘escándalo nacional’ en Reino Unido, donde 170,000 mujeres podrían haber sufrido estas prácticas, según un informe de una comisión parlamentaria que fustiga el fracaso de las autoridades en la lucha contra las mutilaciones.

Aunque las mutilaciones genitales femeninas son ilegales en Gran Bretaña desde 1985, las primeras inculpaciones ligadas a estas prácticas solo tuvieron lugar el pasado marzo. La comisión parlamentaria encargada de asuntos internos considera que el fracaso de las autoridades británicas en la lucha contra las mutilaciones es un ‘escándalo nacional’.

Los parlamentarios denuncian que una de las razones de este fracaso es que en la mentalidad de las autoridades es más importante ‘respetar las sensibilidades culturales que los derechos del menor’.

‘Es probable que se podría haber evitado la mutilación de miles de niñas, que el Estado debe proteger’, denuncia el presidente de la comisión Keith Vaz, al asegurar que los ‘gobiernos sucesivos, la clase política, los servicios de salud, educación y sociales comparten la responsabilidad del fracaso’.

El informe, que calcula que 170,000 mujeres podrían haber sufrido estas mutilaciones genitales y que 65,000 niñas menores de 13 años están amenazadas, reclama un ‘plan de acción nacional’.

Este documento también recuerda el ejemplo de Francia, donde ‘gran número de diligencias judiciales concluyentes han jugado un papel primordial para disuadir dichas prácticas’.

Las mutilaciones genitales femeninas suponen la ablación total o parcial de los órganos genitales externos de la mujer por razones culturales o religiosas. Pueden provocar graves hemorragias y problemas urinarios, y como consecuencia, quistes, infecciones, esterilidad y complicaciones durante el parto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 125 millones de jóvenes y mujeres en el mundo son víctimas de tales prácticas.

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