Trump amenaza a Rusia con plazo final y cuestiona a Israel por crisis humanitaria en Gaza

Donald Trump endureció este lunes su discurso internacional al fijar un nuevo ultimátum a Rusia por la guerra en Ucrania y confrontar públicamente a Israel por la crisis humanitaria en Gaza, dos frentes que dominaron su reunión con el primer ministro británico Keir Starmer en Escocia. En declaraciones a la prensa, el presidente de Estados Unidos señaló que, tras múltiples intentos fallidos de alcanzar la paz con Vladímir Putin, está dispuesto a reducir drásticamente el plazo que había dado previamente: “Cinco veces hemos estado cerca de un acuerdo... ahora serán 10 o 12 días”, dijo, advirtiendo de sanciones arancelarias si no se detiene la ofensiva.

Sobre el conflicto en Gaza, Trump cuestionó directamente al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por negar la existencia de hambruna masiva entre los palestinos:

“Basado en la televisión, diría que no estoy particularmente de acuerdo ―con Netanyahu―, porque esos niños parecen muy hambrientos”.

Estas palabras marcan una ruptura con su habitual respaldo a Israel, justo días después de que tanto Washington como Tel Aviv se levantaran de la mesa de negociaciones para un posible cese al fuego en la Franja de Gaza.

Por su parte, Keir Starmer fue aún más directo: calificó la situación en Gaza como una “catástrofe absoluta” y manifestó su intención de presionar a Estados Unidos para que retome una postura más firme frente al Gobierno de Netanyahu. Incluso dentro del Reino Unido crece la presión interna por reconocer oficialmente al Estado Palestino, como ya lo hizo Francia.

El propio Trump reconoció que Gaza era uno de los temas principales que motivaron su encuentro con Starmer, además de Ucrania y la relación comercial bilateral. Aunque afirmó que un alto el fuego es posible, advirtió que el “conflicto tendrá que abordarse de forma diferente”.

También arremetió contra Hamás, acusándolo de “no estar dispuesto a dialogar” y de utilizar a los rehenes como “escudo”. Según Trump, sin los rehenes la situación sería otra.

Más allá de los conflictos internacionales, ambos líderes discutieron sobre el comercio bilateral. El Reino Unido aspira a que Estados Unidos reduzca aún más los aranceles del 10% que se le aplican actualmente —una tasa menor que la impuesta a la Unión Europea—, con énfasis en sectores como el acero, la industria automotriz y la farmacéutica.

La reunión, realizada en los resorts escoceses de Trump, puso en evidencia la afinidad personal entre ambos líderes. Starmer fue recibido como invitado de honor y compartió incluso una cena privada con el mandatario. Trump, pese a las diferencias ideológicas, elogió abiertamente al primer ministro laborista, quien también busca afianzar el rol del Reino Unido como socio estratégico.