Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...

- 25/07/2025 08:27
La Unión Europea dio este jueves un paso firme ante la incertidumbre que genera la política comercial de Donald Trump, al aprobar aranceles por 110.000 millones de dólares a productos provenientes de Estados Unidos, como medida preventiva ante un posible fracaso en las negociaciones del nuevo acuerdo comercial transatlántico.
Aunque el tratado entre ambas potencias está “a una milla final”, según fuentes diplomáticas, los líderes europeos han decidido protegerse ante un posible giro del presidente estadounidense. Los 27 Estados miembros respaldaron por mayoría cualificada la imposición de gravámenes sobre importaciones que representan el 27% de lo que la UE compra a EE.UU., aunque la medida no se aplicará de inmediato.
“No voy a entrar en detalles del plan de contactos”, afirmó Olof Gill, portavoz comercial de la Comisión Europea. “La UE continúa en contactos intensos con Estados Unidos en el nivel técnico y político”.
A pesar del optimismo generado por las reuniones recientes entre el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, y el secretario estadounidense Howard Lutnick, la UE mantiene su desconfianza hacia Trump, quien podría revertir los avances negociadores desde su red Truth Social, donde acostumbra anunciar decisiones clave. De hecho, la estructura arancelaria aprobada no se desactivará, sino que quedará en suspenso, lista para entrar en vigor si EE.UU. aplica nuevas restricciones.
La lista de bienes afectados por la decisión europea incluye productos icónicos como whisky bourbon, motocicletas Harley-Davidson, aviones Boeing y automóviles estadounidenses. En conjunto, estos bienes suman 93.000 millones de euros en importaciones sujetas a posibles tasas del 30%, lo que implicaría una carga aduanera extra de 27.900 millones de euros si se activa en su totalidad.
La estrategia europea contempla un arancel espejo: si Estados Unidos aplica una tasa general del 30% —como amenazó Trump en una carta del 12 de julio—, la UE responderá con el mismo porcentaje, equilibrando así la balanza comercial sin buscar una escalada bélica. Por ahora, la medida busca disuadir más que castigar, reflejando la apuesta de Bruselas por una salida pactada.
En caso de que la negociación avance, el pacto incluiría un arancel del 15% para productos europeos, que consolidaría la estructura actual suspendida desde abril. Washington había entonces pausado los llamados “aranceles recíprocos” durante 90 días —plazo luego extendido— con el objetivo de alcanzar un acuerdo.
Este nuevo marco también afectaría exportaciones clave como vehículos, actualmente gravados al 27,5%, pero dejaría fuera sectores más sensibles como aluminio, acero, bebidas espirituosas y aviación, que mantendrían o recibirían exenciones.
Aún están pendientes temas cruciales como las investigaciones sobre medicamentos y semiconductores, sectores donde Trump llegó a amenazar con aranceles del 200%. Sin embargo, fuentes comunitarias sostienen que el ambiente del miércoles en Bruselas fue alentador, y que esos escollos podrían haberse despejado en las últimas horas.
Mientras tanto, la UE avanza con firmeza para estar preparada. La maniobra de este jueves no es solo comercial: refleja una profunda falta de confianza en Trump, incluso por parte de sus aliados tradicionales.