Otra voz habla al oído del ‘corazón’

Actualizado
  • 28/02/2009 01:00
Creado
  • 28/02/2009 01:00
PANAMÁ. El PRD busca recortarle la ventaja a sus contendores en la campaña electoral y no ha dudado en poner oído al consejo de varios ...

PANAMÁ. El PRD busca recortarle la ventaja a sus contendores en la campaña electoral y no ha dudado en poner oído al consejo de varios estrategas publicitarios, reconocidos en otros círculos políticos. El último que llegó es Julio Ligorría.

El propósito es intentar remontar los 20 puntos que le aventaja Ricardo Martinelli a Balbina Herrera. Fuentes internas del PRD confirmaron la presencia de Ligorría, porque , en su concepto, “hay que hacer lo que esté al alcance para ganarle a Martinelli”.

No obstante, la presencia de Ligorría, que según la fuente fue contactado por el Presidente de la República y Secretario General del Partido Revolucionario Democrático Martín Torrijos, “crea roces con el estratega político estadounidense Mark Klugmann, traído por Juan Carlos Navarro”.

Las diferencias podrían surgir de la propuesta que ya esbozó Ligorría a la campaña, en una reunión en la que también participaron Klugmann y el ex ministro de Hacienda Olmedo Miranda.

En su opinión la estrategia del PRD se debe centrar en presentar las cosas buenas que ha hecho el partido en el gobierno, y alejarse de la confrontación y “sacadera trapos” del adversario, es decir, la campaña sucia o negativa, que ha constituido la principal arma de Klugmann.

El PRD necesita con urgencia recuperar la iniciativa, en lo cual el publicista guatemalteco podría aportar una nueva perspectiva.

Dentro del partido hay quienes sienten que la opinión pública no está recibiendo los datos correctos: la economía ha tenido un crecimiento histórico, se han realizado grandes obras de infraestructura y la ampliación del Canal marcha a todo vapor, a pesar de la crisis internacional que está derrumbando al mundo. Hay también quienes sienten que Martinelli, con el truco de las zapatillas, les ha robado las banderas. Por eso han decidido cerrar filas -el abrazo de Torrijos y Navarro en Penonomé es muestra de ello- y rodear a la candidata aportándole cuanto consejo crean que puede ser útil.

La diferencia en las encuestas parece irreversible. Sin embargo, en el bunker de Balbina no se resignan y quieren dar batalla.

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