El milagro de Nemesia Córdoba

PANAMÁ. Hace 36 años, el barco “El Regalado” que había salido de La Palma hacia la capital, se hundió. A sus 82 años, Nemesia Córdoba lo recuerda con claridad. Su mente sorprende por lo ágil. La encontramos dentro de una abarrotería.

Es una de las abuelitas del pueblo, conversadora y querida por su sabiduría. Una memoria llena de historias que transportan al pasado no olvidado por ella.

Al barco se le fue la máquina, se paró y las tablas se le empezaron a destrabar. “Éramos 56 personas, había niños y mayores. Yo llevaba un niño de 8 meses que era mi sobrino. El barco se hundió y todo el mundo brincaba”. Nemesia dice que todos preguntaban qué hacer. Ella les dijo: “por favor, tenemos que clamar a Dios”. Entonces llegó uno de los que iba en el barco, agarró una sábana y la prendió.

Un barco pesquero apareció en minutos al rescate. Era la salvación, llegó de la nada, asegura la abuela.

Es un ejemplo de que con Dios todo se puede, agregan sus labios arrugados, igual que sus párpados y mejillas. “Por muy difícil que sea, manten la esperanza”.