Llanto y dolor en Playa Leona

PANAMÁ. En Playa Leona, La Chorrera, ayer se clamó por justicia. Llanto, tristeza y dolor se vivió cuando regresaron en ataudes los cuerpos de Dagoberto y Rigoberto Pérez Rivera, quienes recibieron tiros por parte de miembros de la Policía Nacional, el pasado miércoles 20 de mayo.

A los miembros de la Policía involucrados en este hecho de sangre, la situación se les complica. Empieza a despejarse el porqué hubo disparos.

Pero hasta ahora solo han salido a la luz los nombres de los sargentos José Castro y Rafael Caicedo, quienes estuvieron involucrados en un caso similar en Colón.

En la embarcación donde viajaban los jóvenes abaleados no había ni armas ni drogas. El Ministerio Público ya determinó que estas pruebas fueron plantadas.

Entre tanto, hasta ayer, la abogada de los familiares de las víctimas no habían tenido acceso al expediente. El fiscal Luis Martínez le ha prometido una copia, quizás hoy o mañana.

Como muestra del afecto que se le tenía a estos jóvenes, a las 2:00 p.m., familiares, residentes y pescadores de este y otros sectores, realizaron una caravana acuática en honor a los jóvenes fallecidos.

Por otro lado, la madre de Domingo Ábrego, de 16 años, uno de los pescadores que resultó herido en una pierna, está preocupada, pues miembros de la Policía fueron al hospital donde está su hijo, para hacerle preguntas, las cuales se negó a contestar sin su abogada.

El desempeño de los policías mantiene un gran escándalo porque no es la primera vez que se altera la escena del crimen. La procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, se quejó de esta situación grave y exigió nuevos controles.