El faro monagrillero

Actualizado
  • 08/06/2009 02:00
Creado
  • 08/06/2009 02:00
HERRERA. Los moradores del corregimiento de Monagrillo, a sólo cinco minutos de la ciudad de Chitré, tiene fama de ser muy ocurrente y ...

HERRERA. Los moradores del corregimiento de Monagrillo, a sólo cinco minutos de la ciudad de Chitré, tiene fama de ser muy ocurrente y tener mucho ingenio para poner un sobrenombre o apodo que venga a pelo, como lo manifiesta Sergio Pérez Saavedra, poeta y escritor panameño, nacido en el corregimiento en mención.

Señala que para que el lector tenga una idea, algunos motes están tan bien puestos, que cuando se conoce a la persona endilgada, no puede evitarse una carcajada en la misma cara del aludido.

Tal es el caso de la antigua capilla de Monagrillo, construida en el centro de la plaza del pueblo por los feligreses del caserío en l923, con material de quincha, que con el transcurrir de los años presentaba un aspecto de ruina con sus paredes agrietadas y el techo de tejas amenazando con venirse al piso.

Pero cuando el pequeño caserío fue dibujando una fisonomía de pueblo, hombres y mujeres se reunieron y acordaron constituirse en un comité permanente con el propósito de levantar un templo que fuera digno del pueblo que crecía a pasos de gigante.

Cada uno aportó su granito de arena en la construcción de su iglesia.

Iban a los montes a tumbar y limpiar palos de nísperos que servirían de pilares en la nave principal.

El caoba y el cedro para el techo y las puertas, fueron utilizadas, así como también la recolección de piedras para la fundación.

Con mucho sudor, esfuerzo y fe se logró terminar el templo en la plaza principal del pueblo.

Al pasar los años, la iglesia se iba quedando pequeña y otra generación inspirada en el espíritu de lucha de los forjadores del pueblo construyó un nuevo templo.

La vieja iglesia que es parte de la historia de la comunidad donde recibieron las aguas bautismales la mayoría de los pobladores y donde se le dio el postrer adiós a los difuntos, fue cerrada, pero su estructura queda como símbolo.

Su presencia es como un faro que ilumina el glorioso pasado de los monagrilleros.

Ahora la antigua iglesia funge como centro de velación donde los familiares sin recursos y sin las condiciones físicas mínimas para velar a sus muertos en sus residencias, pueden hacerlo en ese lugar.

Pero al paso del progreso del corregimiento de Monagrillo, la iglesia ha quedado en el centro del poblado, sin aceras, sólo es estructura y es por eso que a cada momento y en cualquier lugar de nuestro Panamá se escucha decir cuando uno le impide el paso a otro: “Quítate, que tú estorbas más que la Iglesia de Monagrillo”.

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