Siguiendo las huellas del Buen Pastor

Actualizado
  • 18/04/2010 02:00
Creado
  • 18/04/2010 02:00
PANAMÁ. La homilía del nuevo arzobispo de Panamá era uno de los temas que ayer centraba la mayor expectativa.

PANAMÁ. La homilía del nuevo arzobispo de Panamá era uno de los temas que ayer centraba la mayor expectativa.

José Domingo Ulloa contestó con propiedad a la gran interrogante: “Hermanos mío, soy hijo de esta tierra, lo que permite conocer la realidad, el marco sustancial en el que vamos a comenzar este ministerio”.

Tras hacer un gran reconocimiento a la obra de sus antecesores Francisco Beckmann, Marcos Gregorio McGrath y José Dimas Cedeño y repasar la historia del catolicismo en Panamá, el nuevo arzobispo metropolitano revisó con cuidado minucioso el entorno social del país en el que actualmente vivimos.

La inseguridad ciudadana fue una de sus principales preocupaciones: “¡Basta a la violencia! ¡Basta de la pérdida de vidas inocentes! ¡Basta de madres que lloran desconsoladas a sus hijos, esposos, hermanos y padres! y ¡basta de estar encerrados entre los barrotes del miedo!”, sentenció.

Ulloa invitó a los panameños a soñar con un país con una educación de calidad e integral; con trabajadores con salarios justos, estables y condiciones laborales decentes; con servicios médicos y medicamentos de calidad para las personas que padecen enfermedades y con país en que todo hombre y mujer sean respetados y valorados.

“Me encuentro con la realidad de una Iglesia Arquidiócesana haciendo camino entre luces y sombras, entre logros y fracasos, optimismo e incertidumbre y un Panamá deslumbrante por los signos de progreso bajo el influjo del desarrollo material, pero que nos reta a todos a una justa distribución de las riquezas con las cuales el Creador nos ha dotado”, añadió.

Entre sus prioridades ahora están ser “un arzobispo sano” con la necesidad de salir de los templos para tener presencia en todos los ambientes de la sociedad -politicos, culturales, sociales y económicos- para impregnarlos de ética y de los valores cristianos, para construir un Panamá más justo, equitativo y solidario, con el concurso protagónico de la población laica.

Además hizo un llamado de acercamiento a las demás Iglesias Cristianas.

Sin duda, el mensaje de monseñor José Domingo Ulloa será pieza de análisis de legos y eruditos por un largo período de tiempo. Ahora comienzan las interpretaciones sobre la hoja de ruta marcada ayer.

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