El confinamiento francés de Noriega

Actualizado
  • 28/04/2010 02:00
Creado
  • 28/04/2010 02:00
PANAMÁ. En París, la llegada del ex dictador Manuel Antonio Noriega para ser juzgado por lavado de dinero, coincidió con severa caída de...

PANAMÁ. En París, la llegada del ex dictador Manuel Antonio Noriega para ser juzgado por lavado de dinero, coincidió con severa caída de la Bolsa de 3. 82% y una manifestación de agricultores que movilizó miles de tractores, que ocasionó un retraso de varias horas para el traslado del "criollo del Terraplén" hacia el Palacio de Justicia donde debía enfrentar   a sus nuevos juzgadores.

LLEGADA ACCIDENTADA

La protesta se limitó mayormente a la parte norte de la capital francesa, "pero fue suficiente para obstaculizar temporalmente el arribo del ex dictador panameño Manuel Noriega, al bloquear la ruta que le llevaba a él y a funcionarios franceses a un tribunal de París en donde enfrenta cargos de lavado de dinero", reporta la prensa internacional.

Para Noriega, de 76 años de edad, su nueva experiencia penal en la cárcel de La Santé, donde fue enviado, tiene trazas de dantesca. La última vez que visitó Francia lo hizo en febrero de 1987, en condición de comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, para ser distinguido por el gobierno de François Mitterrand (1981- 1995), que le impuso la Legión de Honor, la más alta distinción francesa creada por Napoleón, en tiempos en que Jacques Chirac fungía como primer ministro.

LAS MIELES DEL PODER

Durante esos días, Manuel Antonio Noriega Moreno tenía a sus pies la economía entera de todo un país. Le obsesionaban el despliegue militar, los uniformes estrafalarios y la ropa deportiva Sergio Tacchini. Disfrutaba de los mejores autos (aún en el Palacio de las Garzas reposael emblemático Mercedes Benz blindado de color azul (1985) que utilizaba durante los actos oficiales); degustaba  con fruición el Johnny Walker Swing y se empalagaba con la dulce crema de las galletas Oreo, entre otros placeres.

PARA PREOCUPARSE

Francia es conocida mundialmente por ser un país del primer mundo, con una oferta gastronómica y cultural de las mejores a nivel mundial, con una economía que se ubica como la quinta en términos nominales entre las potencias, y segunda en Europa detrás de Inglaterra. Esto debería ser para Noriega una especie de alivio frente a lo que le depara como confinado. En 1999 y mientras cumplía una condena en La Florida, fue condenado en Francia a diez años de prisión por el lavado de 3.1 millones de dólares.

Lo que más debe preocupar ahora al ex hombre fuerte de Panamá —quien gozó de tratos especiales durante las dos décadas que estuvo preso en los Estados Unidos— es que el sistema penitenciario francés tiene muy mala reputación a nivel mundial.

La Santé es muy conocida en Europa por sus viejas mazmorras de 11 metros cuadrados y donde conviven varios reos. Algunos estiman que por su edad y su deteriorado estado de salud, Noriega recibiría ′trato preferencial′ en esta vieja cárcel y se le asigne una celda individual. En esta penitenciaria  de alta seguridad ubicada en pleno centro de París, tiene actualmente como sus reclusos más importantes a varios líderes del movimiento terrorista español ETA y otros de alto perfil como el terrorista venezolano Illich Ramírez Sánchez, alias ′El Chacal′, quien participó en 1975 en el secuestro de 11 ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

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