Justo Arosemena reprochó la presencia del filibustero

Actualizado
  • 24/08/2010 02:00
Creado
  • 24/08/2010 02:00
ilibustero. Así califica la historia al pistolero de origen norteamericano William Walker, quien estuvo de paso por Panamá.

ilibustero. Así califica la historia al pistolero de origen norteamericano William Walker, quien estuvo de paso por Panamá.

El término parece ambiguo. El diccionario de la Real Academia trae dos acepciones para filibustero. Una parece la más conocida: ‘Pirata, que por el siglo XVII formó parte de los grupos que infestaron el mar de las Antillas’ y otra que se entiende como ‘hombre que trabajaba por la emancipación de las que fueron provincias ultramarinas de España’. A juzgar por la historia de este personaje, su vida parece encajar en la segunda.

Walker nació en Estados Unidos (1824) y murió en Honduras (1860). Nuestros historiadores panameños plasman una reseña de sus andanzas: ‘Mención especial merece la fallida incursión del más famoso filibustero estadounidense de entonces, William Walker, en Baja California y Sonora entre 1852 y 1854, al igual que la que realizó en Nicaragua al año siguiente a donde logró imponerse y ocupar la Presidencia de la República. No obstante la reacción de los gobiernos centroamericanos y el decidido apoyo que les brindó el comodoro Vanderbilt, antiguo aliado y ahora enemigo de Walker, precipitaron la caída del filibustero tras cruentos enfrentamientos. Luego de otro fracasado intento de tomarse Nicaragua, Walker finalmente fue capturado en Honduras por los británicos, quienes lo entregaron a las autoridades de este país que ordenaron su ejecución. El célebre filibustero fue fusilado en Trujillo, el 12 de septiembre de 1860.’ (Andrés Araúz y Patricia Pizzurno, Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos). En su agitada vida, Walker transitó en no menos de 4 ocasiones por el Istmo. Una primera fecha parece ser 1850. El historiador Armando Muñoz, en su ensayo ‘William Walker: la Nueva Granada y el Istmo de Panamá’, asevera que el primer ‘periplo’ del Walker, vía Panamá, se dio en 1850. El origen de su segunda visita podemos hallarlo en un artículo publicado por el historiador norteamericano Aims McGuinness, bajo el título ‘La llegada del fantasma: la retirada de William Walker por Panamá y las raíces del imperialismo estadounidense en América Latina’, dijo: ‘El espectro de un ataque filibustero se tornó más creíble con la llegada a Panamá de un misterioso barco venido de San Francisco que traía el nombre del temible conquistador de México, ‘Cortés’ (escrito ‘Cortes’ en inglés), a principios de abril de 1857’. Según el historiador Muñoz, Walker llega a Panamá el 17 de mayo de 1857. Fuentes registraron datos de su tercera travesía por el Istmo. En su breve escrito, ‘La capitulación de William Walker y su salida de Nicaragua en mayo de 1857’, Clemente Guido Martínez contó que el 5 de mayo de 1857, William Walker, según el Dr. Alejandro Bolaños Geyer: ‘A las 8:00 p.m., la St. Marys zarpa de San Juan del Sur hacia Panamá con Henningsen, Kissane, Fayssoux, etc. (treinta personas en total) acompañando a bordo a Walker’. El historiador norteamericano Aims McGuinness también describió algo de esto: ‘El viaje de Walker a través de Panamá en mayo de 1857 tiene que haber sido uno de los momentos más aburridos de esa época tan tormentosa en la vida del famoso filibustero. Dieciséis días después de su rendición en Rivas el 01 de mayo de 1857, William Walker llegó a la bahía de Panamá en un barco de la marina de Estados Unidos. Después de una breve espera, pisó tierra panameña, acompañado por una escolta de marinos estadounidenses, y subió a un tren del Ferrocarril de Panamá, inaugurado dos años antes en 1855, propiedad de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, con sede en Nueva York. Aproximadamente cuatro horas después, el tren llegó al puerto atlántico de Colón, donde Walker abordó otro barco con rumbo a Estados Unidos’. Parece ser que esa fugaz visita se debió a que se le impidió permanecer aquí. Finalmente, reseñamos su última pisada en suelo istmeño. Nuevamente, ahora en 1859, Walker vuelve a cruzar el Istmo. Citamos al historiador Muñoz: ‘el 5 de marzo zarpa de Nueva Orleans, en el Philadelphia, rumbo a New York, vía la Habana; en la Habana, el 9, toma el Granada a Aspinwall (Colón), y en Panamá, el 16, toma pasaje de segunda, en el Golden Age a San Francisco. Viaja de incógnito, usando el alias ‘James Wilson’… En la Habana, le dice a un periodismo amigo, para que lo publique, que va a Aspinwall a tomar el vapor inglés a Southampton, a ver lo que puede hacer en Europa. En Panamá, la prensa informa que Walker va a San Francisco y que pronto regresará a Centroamérica en el Hermann, con un ejército de 1.000 filibusteros, pero el ‘predestinado de los ojos grises’ disfrazado de Mr. Wilson, pasa muy quieto en Panamá y no concedió entrevistas ni se presentó en público. Quienes lo vieron, afirman que andaba andrajoso y afligido’.

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