Gobierno intenta hacer las paces

Actualizado
  • 25/08/2010 02:00
Creado
  • 25/08/2010 02:00
PANAMÁ. Luego de un mes y medio de las protestas de los trabajadores bananeros en Changuinola, Bocas del Toro, quienes se oponían a la a...

PANAMÁ. Luego de un mes y medio de las protestas de los trabajadores bananeros en Changuinola, Bocas del Toro, quienes se oponían a la aprobación de la Ley 30, el Ejecutivo intenta reconciliarse con los bocatoreños al designar a esta como la primera provincia que recibiría las becas universales.

Como de costumbre, niños y niñas de diferentes colegios de esa provincia llegaron temprano a sus aulas, pero ayer tenían un motivo más para no faltar a sus clases: la entrega de su beca.

Mientras los 635 estudiantes de la Escuela Primaria Changuinola esperaban por su beneficio, uno que otro se acercaba a un robot llamado ‘Becatronic’. La inocencia se apoderaba de ellos al creer que el aparato les respondía a cada una de sus preguntas. Pasadas las 10 de la mañana, llegó una comitiva querida por unos y odiada por otros habitantes de Bocas del Toro. Se trataba del presidente, Ricardo Martinelli; el vicepresidente, Juan Carlos Varela; sus respectivas esposas y los ministros del Gabinete.

El presidente pidió voltear la página en Changuinola, envió un mensaje para que se dejen de ‘estar peleando tonterías y babosadas’ e hizo un llamado a los políticos para que trabajen por la educación en Panamá.

El primero en recibir la beca de manos de Martinelli fue el estudiante Alexander Liao, de 9 años de edad, quien padece parálisis cerebral.

La entrega continuó en otras escuelas y en Finca 41, en la escuela del mismo nombre, en medio de un patio de tierra y piedras, dos estudiantes engalanados con el traje típico bailaban ‘La Gallina, pone, pone’ y al mejor estilo del alcalde capitalino, Bosco Vallarino, el presidente Martinelli no aguantó las ganas de dar unos pasos y bailar.

‘Ese dinero de las becas va a poder resolver algunas cositas’, recordó Ana María, una madre de familia quien curiosamente comparaba la entrega de la beca universal con los beneficios que había recibido de parte del general Omar Torrijos cuando ella era una niña de edad escolar.

Entre los 83 mil estudiantes bocatoreños que se estaban beneficiando con las becas se encontraba Isaac Chardeleón Smith, estudiante del cuarto grado de la Escuela Finca 41. Mientras esperaba su turno para ser llamado y recibir su cheque de 80 dólares, ya tenía en mente cómo los iba a utilizar. ‘Mi mamá me dijo que me compraría unas zapatillas nuevas, algo de ropa nueva y lápices de colores que me hacen falta’, aseguró.

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