La increíble historia del resort universitario

Actualizado
  • 11/04/2011 02:00
Creado
  • 11/04/2011 02:00
UNIDAD INVESTIGATIVA. PANAMÁ. Aunque no muchos lo saben, la Universidad de Panamá recibió en 1955 la donación de 1,600 hectáreas en La A...

UNIDAD INVESTIGATIVA

PANAMÁ. Aunque no muchos lo saben, la Universidad de Panamá recibió en 1955 la donación de 1,600 hectáreas en La Arenosa, a orillas del Gatún. La hizo la española Castora Díaz. Eran tres fincas. Ayer La Estrella reveló que dos ellas desaparecieron de los registros públicos. La tercera se llama Las Mercedes y tiene 1,000 hectáreas. Está identificada con el número de finca 1264. Luego de dos meses de investigación, La Estrella revela de que manera se ha dilapidado el patrimonio universitario. Ha pasado de todo: fincas desaparecidas, ventas millonarias, segregaciones ilegales, ocupaciones silenciosas, hasta la incipiente construcción de un resort. Todo, sin que el rector Gustavo García de Paredes, que aspira a la reelección, haya movido un dedo para evitarlo -ver entrevista-.

EL RESORT

Llegar hasta La Arenosa resulta fácil. Desde La Chorrera cualquier automóvil llega en menos de treinta minutos. El único reto está en sortear los tractores que tiran los vagones cargados de las piñas que se cosechan en el área. En el Ministerio de Desarrollo Agropecuario dicen que son de las mejores del mundo.

Cuando se le pregunta a los lugareños de La Arenosa por las tierras universitarias, nadie adivina qué decir. Los residentes tienen conocimiento que gran parte de los poblados de Los Hules, La Garterita, Cuchirvo y otras comunidades próximas a La Arenosa y Cerro Cama están sobre terrenos de la Universidad. Sin em bargo, no se saben dónde empiezan ni dónde terminan.

‘Desde aquí, hasta donde le llega la vista’, dice Mariano Medina, un campesino que contesta montado a su caballo. Señala hacia al poblado de La Garterita, ‘todo eso dicen que es de la Universidad, pero la verdad: yo no se’. Suelta una carcajada. Y en tono de mofa agrega, ‘algún día los van a sacar como pepita de guaba’.

‘Aquí la Universidad nunca ha aparecido, ni siquiera un letrero para indicar qué es lo que le pertenece han puesto’, reclama con un poco de indignación Gregorio Sosa, un octogenario de piel curtida. Lo qué si hay por todas partes son letreros que invitan a visitar ‘La Reserva’. No explican qué venden o cuál es el servicio que prestan.

Después de varios letreros que señalan en kilómetros la distancia al lugar, aparece una cerca de piedras con el logo. Una vez adentro, el paraíso: un edén de cesped bien cortado y flores de todos colores a orillas del lago Gatún. En su interior por lo menos tres bohíos. Una vereda de cemento muy bien trazada abre camino hasta un muelle que llega al lago. Sobre el agua hay cinco motos acuáticas, varios botes pequeños y al menos dos veleros. A un costado un chalet de gran tamaño. No hay autos. Dos obreros explican de manera parca que trabajan madera que extraen del lago. Es un contrato con la Autoridad del Canal de Panamá. ¿El dueño? Es ‘el Gringo’, responden. Aunque trabajan para él, dicen no saber cómo se llama. Desde muelle sube un anciano en chancletas, pantalón corto y sin camisa. Lo primero que hace es dejar claro que no habla español. Se limita a decir que se llama Peter. Se niega a dar su apellido. Dice que este proyecto es de su propiedad. - ¿Las tierras también son suyas?

-¿Quiénes son ustedes? ¿Qué es lo que buscan?- -Somos periodistas-.

-Estas son mis tierras. Se las compré al señor Tito Navarro. Yo pagué por ellas. Tengo 145 héctareas y voy a construir un resort y un complejo residencial para jubilados norteamericanos- asegura con temeridad. Después, sin vueltas, agrega: "Adiós".

LOS MAPAS

Según el mapa obtenido en la sede de Reforma Agraria de Capira, todo esto es propiedad de la Universidad. En un margen inferior indica que una de las fuentes del mapa es un viejo estudio tenencial, también realizado por Reforma. Según se informó en Capira, el único original del documento reposa en las oficinas centrales de la institución, ubicadas en Santiago, provincia de Veraguas. Son cuatro horas de viaje. Al llegar, contratiempo: ‘Regresen otro día. El jefe no está’, dice un subalterno a cargo de la oficina. Ante la insistencia asignaron a un funcionario para la búsqueda. No era fácil: había que revolver entre miles de mapas y estudios similares. Hasta que lo encontraron. A pesar de que fue elaborado en 1972 y actualizado en 1982, contiene información poco conocida. Al menos contabilizaron 69 ocupantes ilegales -ver recuadro-.

El estudio también reveló algo sorprendente -además de ilegal-: parte de las tierras universitarias habían sido tituladas por Reforma Agraria. Crearon cinco fincas nuevas dentro de la ‘finca madre’ 1264 donada por Castora Díaz. Nacieron la finca 774, 775, 2527, 37,979 y 4709. Todas dentro de los predios de la Universidad.

Por una de esas casualidades del destino, Abdiel Pineda estaba en las sede de Reforma en Santiago. Fue el técnico que hace más de dos décadas había confeccionado el mapa de la demarcación de la finca 1264. Comparó el estudio con los mapas que tenía La Estrella más registros archivados en la institución. Su asombro fue evidente. No podía creer lo que veía. ‘No es normal. Ni tampoco legal. Ni siquiera la Nación puede titular esto sin consentimiento de la Universidad. Tienen que averiguar a quién le pertenecen las fincas ahora’ dice.

De regreso en Panamá, otra vez Registro Público. Tres de ellas aparecen sin problemas: la finca 37,979 de 42 hectáreas, la 49,707 de 59 has y la 2527 de 44 has -esta última titulada en el año 1977, cuando García de Paredes estaba a cargo de la Universidad porque el Rector Rómulo Betancourt estaba negociando los tratados-.

En cambio, las otras dos fincas segregadas, la 774 y la 775, no están. No hay nada. Son fincas fantasmas. Es decir que 56 años después dos de las tres fincas de la donación inicial desaparecieron y dos de las cinco segregadas posteriormente también. Como si alguien estuviera haciendo el trabajo sucio de borrar las huellas de los negociados. Cuando alguien pregunta, siempre la misma respuesta: ‘error de dedo’.

Sin embargo, quedan cosas en los registros. Las tres fincas segregadas y registradas figuran hoy a nombre de la Sociedad Greater Panamá. Son, efectivamente, las que dice haber comprado el gringo Peter, que es uno de los dignatarios de la Sociedad. Su nombre completo es Peter Lynn Fischer.

La historia de las Fincas es llamativa. Luego de la segregación fueron cedidas como terrenos baldíos a una persona de nombre Ricardo Navarro que realizó varias hipotecas sobre las fincas hasta que en 1992 se las vendió a un familiar, Eladio Alberto ‘Tito’ Navarro. En La Arenosa es muy conocido. Los vecinos dicen que se dedica a la compra de derechos posesorios a los campesinos. Luego titula las tierras y las vende. Incluso aparece en la lista de ‘ocupantes precarios’ del estudio realizado por la Reforma Agraria. Navarro es el mismo al que denuncia Peter como quien le vendió las tierras en 2007 a su sociedad, Greater Panama. Cuando se hizo la transacción, Gustavo García de Paredes ya era rector de la Universidad hacía 7 años que era rector. Es más dice que desde 2004 investigaba la situación de los terrenos. O su gente investiga muy mal. O hay algo que no quisieron ver.

SIGUE LA FIESTA

Hasta hace unos meses, Celio Gutiérrez era el presidente de la Cámara de Comercio de Panamá Oeste. Es un abogado que se dedica a la compra y venta de bienes raíces. Tiene su oficina en La Chorrera, en su casa. Impresiona lo que dice, sin ningún reparo: "yo estoy negociando con tierras que pertenecen a la Universidad’.

- ¿Cómo así?

- Yo tengo derechos posesorios para comercializar. De hecho ya vendí algunos.

- Pero son tierras de la Universidad...

- Si, pero vender derechos poserios no es ninguna ilegalidad.

- ¿No estaría incurriendo en estafa?

- No, son derechos posesorios otorgados por Reforma Agraria. Muchos han vendido y muchos han comprado.

Es algo tan normal para él que Gutiérrez incluso enseña un mapa -del que entrega una copia- en el que hay un espacio en blanco esperando la firma del Rector García de Paredes aprobando la compra de de 3 hectáreas.

-¿Usted lo conoce?

-Hablé con él por las tierras. Espero que apruebe mi solicitud de venta.

En el mapa dice que el segundo apellido de Gutiérrez es Navarro. ¿Tendrá relación con Tito Navarro quien les vendió las Fincas Peter?.

-¿Usted lo conoce?

- Cómo no lo voy a conocer. Es mi primo.

-¿Y Tito le vendió las tierras al Gringo de La Arenosa?

-Si, sí... La Reserva.

Entonces Gutiérrez facilita el celular de Navarro. Que no contestó ninguno de los 15 mensajes envíados por La Estrella. Gente que lo conoce dijo que estaba en Miami, otros que estaba en viaje de pesca, hasta que estaba preso. No pudieron conseguirse sus respuestas.

En la tercera entrega de mañana, dos temas fundamentales que quedan por resolver. ¿Qué personas poderosas en Panamá -ligadas al Rector- son responsables de algunas ocupaciones? ¿Cuál es la trama oculta detrás de la creación ilegal de fincas? ¿Será la repetición de hipotecas sobre terrenos universitarios en bancos privados y también en el Banco Nacional? Aunque parezca mentira, bajo la atenta mirada del rector de la Universidad, Gustavo García de Paredes, hasta se está construyendo un resort ilegal. El rector lleva 14 años comandando la UP. Una vez más, busca la reelección. Mañana, tercera entrega.

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