Envenenados piden justicia y medicinas

Actualizado
  • 18/10/2011 02:00
Creado
  • 18/10/2011 02:00
PANAMÁ.. Para las tres de la tarde, el auditorio José Dolores Moscote de la Universidad de Panamá tenía la mayoría de las 200 butacas oc...

PANAMÁ.. Para las tres de la tarde, el auditorio José Dolores Moscote de la Universidad de Panamá tenía la mayoría de las 200 butacas ocupadas. Sobrevivientes de todas las provincias madrugaron para estar presentes en la conmemoración del quinto aniversario del envenenamiento masivo con el jarabe.

Afectados como Leonardo, de 19 años de edad, considera que la Caja de Seguro Social (CSS) no les ha dado la atención especializada que necesitan.

‘Por ese jarabe no pude continuar los estudios y tengo que irme a dializar tres veces a la semana a David’, reclama Leonardo minutos antes de que el sacerdote Conrado Sanjur hiciera la invocación religiosa.

Aura, por su parte, reclama que luego de cinco años su caso no ha sido analizado. ‘Mi esposo murió un mes después de tomar el jarabe, pero a él no se le hace justicia porque le pusieron que murió de otra cosa’, señala la mujer, quien luego de ser jubilada tuvo que volver a trabajar para reunir el dinero para los gastos que conlleva ser un ‘envenenado’.

Aura también reclama que no le dan los medicamentos y cuando busca atención en el Centro Especializado de Toxicología de la CSS la refieren a la especializada y allí tiene que esperar aunque porta el carné rojo, que identifica a los pacientes positivos.

Comienza al acto. El padre Conrado pide justicia para las víctimas y los sobrevivientes lo aplauden. El religioso comparte un pasaje que tiene que ver con la acumulación de bienes materiales. Los sobrevivientes lo vuelven a aplaudir. Seguido habla una niña afectada. Quiebra los corazones cuando dice: ‘yo nací bien, ahora estoy enferma’.

La celebración sigue. Ahora con un número folclórico de niños. Las sonrisas regresan. La tragedia se olvida por unos minutos.

El presentador anuncia la participación del ministro de Salud, Franklin Vergara. Estaba en el programa. Todos miran hacia la puerta, pero no entra nadie. ‘Ese ni loco se aparece por aquí’, dice una señora que toma agua para apagarse el ‘fogaje’ del estómago.

Gabriel Pascual, presidente del Comité de Familiares por el Derecho a la Salud y a la Vida, repasa los cinco años de lucha.

Pedro Montañez, afectado que desaprueba las pensiones vitalicias, dice que no son vitalicias. ‘Nosotros a lo sumo duraremos diez años, eso no es vitalicio’.

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