Persiste mancha roja en la bahía

PANAMÁ. La extraña mancha roja sobre las aguas de la bahía de Panamá volvió sin que las autoridades estuvieran alerta a las denuncias que han hecho las personas que viven en el área. Todavía no hay responsables.

La mancha sigue expandiéndose que ya llega hasta el Casco Antiguo, en San Felipe.

Este lunes, moradores del área de Paitilla reportaron del derrame de una sustancia aún desconocida por las autoridades, pero lo cierto es que el extraño contraste del agua se sigue percibiendo, principalmente a primeras horas de la mañana.

Ayer, tras una denuncia reportada, esta vez por otro residente, personal de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) se aproximó nuevamente a la costa para inspeccionar el inusual color del agua.

El biólogo Alexis Peña y el químico Hendrick Fuente, especialistas de la institución, comprobaron la coloración del mar y tomaron muestras del líquido para llevarlas al laboratorio de la Universidad de Panamá y determinar si se trata de un contaminante altamente peligroso y por qué está siendo vertido a la bahía.

Peña adelantó que probablemente el derrame provenga de un canal de agua que está conectado al lugar y cae directo al mar. ‘No podemos determinar de dónde viene la sustancia, pero lo más probable es que se esté arrojando a altas horas de la noche’, expuso el funcionario.

La ARAP señaló que dependerá de los análisis de las muestras el inicio de una investigación y buscar a los responsables por medio del Departamento de Responsabilidad Ambiental.

Fuentes de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) afirmaron que están a la espera de los resultados de las muestras del agua que está realizando ARAP para tomar acciones y buscar a los responsables.

Lo cierto es que mientras no haya denuncias formales de los ciudadanos, las autoridades no investigan. Al menos así lo determinó Raisa Banfield, del Centro de Incidencia Ambiental, para quien este tipo de contaminaciones al ambiente ocurren debido a la falta de una política de seguridad ambiental.

Gran parte de las empresas arrojan sus desechos a altas horas de la noche, pero a falta de vigilancia no se le da seguimiento a esta práctica irresponsable.