Fusión en salud activa polémica

Actualizado
  • 14/01/2013 01:00
Creado
  • 14/01/2013 01:00
PANAMÁ. Mientras se espera el borrador del proyecto de ley con el que se pretende fusionar el Ministerio de Salud (MINSA) con la Caja de...

PANAMÁ. Mientras se espera el borrador del proyecto de ley con el que se pretende fusionar el Ministerio de Salud (MINSA) con la Caja de Seguro Social (CSS), las opiniones encontradas se mantienen a la orden del día. Unos temen por su estabilidad laboral, otros claman un servicio de calidad y los más pesimistas no ven en la fusión las alternativas para mejorar el sistema a corto plazo.

Según el exministro de Salud Fernando Gracia, ‘uno de los principales problemas de las dos entidades de salud que operan en Panamá es la duplicación del servicio, con la que se pierde del 20 al 25 por ciento de los recursos’. Esto tomando en cuenta que la mayoría de los usuarios cada vez que tienen que hacerse un tratamiento, sacan citas en centros de las dos entidades a la vez.

‘Se hacen dobles citas, dobles exámenes de laboratorio y se suministra el doble de la cantidad de medicamentos y hacen que se pierda el dinero’, aseguró Gracia, dejando en evidencia la necesidad de una unificación del servicio.

Pero los cambios no se dan de la noche a la mañana.

Para el exministro, más que una fusión se requiere de una coordinación entre las instituciones como la que se hizo en el 2002 en la provincia de Herrera, donde tanto asegurados como no asegurados acudían a cualquier institución y se mantenía un solo registro de los pacientes.

‘Si la ciudadanía está bien informada acerca de lo que requiere el trabajo mancomunado entre el MINSA y la CSS, todo el mundo gana’, comentó. Lo cierto es que el 73% de la población desconfía del servicio que ofrece la entidad.

EL NEGOCIO TRAS LA FUSIÓN

Según Fernando Castañeda, vocero de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal), hablar de la palabra fusión lo remite a ‘un negociado de parte de este Gobierno’, con el que se pretende resolver los problemas que tiene el MINSA con el dinero de la CSS.

Aunado a esta realidad, alega Castañeda, está la Constitución, que establece la integración en el sector de salud, pero se obvia la parte económica. El artículo 115 de la Constitución Nacional establece que ‘los sectores gubernamentales de salud, incluyendo las instituciones autónomas y semiautónomas, pueden integrarse orgánica y funcionalmente’.

Para Gracia los problemas económicos que enfrenta la CSS en gran medida son ocasionados por los beneficiarios que son aquellas personas que no cotizan en el sistema pero que reciben los servicios de salud por el derecho que tienen los cotizantes de afiliar a familiares hasta cierto grado de consanguinidad.

‘La CSS tiene demasiados beneficiarios, por lo que se crea un desbalance económico. En este caso creo que el MINSA debe asumir los costos de su atención’, dijo Gracia.

Una propuesta que comparte Castañeda. Es un deber del Estado garantizar la salud a los ciudadanos, por lo tanto es su responsabilidad cubrir los gastos de los beneficiarios, no de la CSS.

El principal beneficiado de que un cotizante en el sistema de la CSS tenga dos o tres personas de su familia es el Estado, porque de esa manera están evadiendo el deber de garantizarle la salud a un grupo de panameños, recalcó Castañeda.

Gracia insiste en que tener un sistema único de salud en Panamá sería lo ideal. En un país pequeño como Panamá es fácil llegar a consensos, pero hay que educar a la población y encaminar el sistema a un servicio de primer mundo, remarcó.

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