Centro que atiende niños demanda más recursos

PENONOMÉ. Para Feliciana Mora, los de ‘la fundación’ son seres de Dios. Así acorta el nombre de la Fundación Carmen Conte Lombardo.

Feliciana viaja tres horas con su nieta Angélica. Vienen desde El Barrigón.

‘Aunque Angélica ha superado la discapacidad psicomotora, deberíamos venir todos los días, pero la situación económica no nos lo permite. Cada viaje nos sale en ocho dólares’, comenta la abuela orgullosa del progreso de la nieta.

Johana Tejeira, la terapeuta que preside esta organización sin fines de lucro, elogia los resultados

de las sesiones terapéuticas que reciben los pequeños.

Tejeira relata que cada día aumentan las familias de escasos recursos con niños que presentan estas condiciones.

CIFRAS DE LA CONTRALORÍA

La provincia de Coclé, según el censo de 2010, contabilizó 8,578 personas con discapacidad, es la segunda con el mayor índice de estos casos en todo el país.

Tejeira explica que la fundación trabaja con un presupuesto de 35 mil dólares anuales, que son producto de donaciones del Estado, de empresas privadas y de actividades de autogestión. ‘A veces hemos estado en estado crítico y se han reducido algunos servicios’, cuenta la especialista.

LOS PLANES, LOS SUEÑOS

La voluntaria señala que lo más urgente es la construcción de las instalaciones propias. Desde hace 10 años, funcionan en una casa alquilada.

‘También son prioridad más recursos financieros, más personal y equipos para las atenciones especializadas’, agrega.

La fundación, que actualmente brinda apoyo a 300 niños, cuenta con planos arquitectónicos y un terreno de 4.8 hectáreas en el sector de Miraflores para sus nuevas instalaciones.

‘Pero esto es un sueño que no sabemos cuándo se hará realidad’, sostiene Tejeira, quien asegura que hace falta más sensibilidad de la comunidad coclesana con la labor que realizan cuatro voluntarias de este centro de atención integral.