El declive del dinosaurio

Actualizado
  • 12/09/2013 02:00
Creado
  • 12/09/2013 02:00
En 1950 el sector agropecuario aportaba el 25.4% del producto interno bruto (PIB) de Panamá. 62 años después, el sector representó solam...

En 1950 el sector agropecuario aportaba el 25.4% del producto interno bruto (PIB) de Panamá. 62 años después, el sector representó solamente 2.8%. Lo sorprendente es que esta insignificante actividad para nuestra economía empleó al 16.7% de la población.

Estamos en tiempos de propuestas políticas y, como es de esperar, todos los candidatos a puestos de elección popular ‘quieren apoyar al agro’. Saben que los votos del interior los pueden conseguir enamorando a este sector abandonado y que tan desesperadamente necesita creer en alguien. Si es tan atractivo, ¿por qué los políticos no lo apoyan en serio?

Hay varias razones. Empecemos por el hecho de que representa poco para la economía y requiere mucho trabajo, así que es mejor enfocarse en otras cosas como la construcción, la banca o el Canal.

Además, los problemas del sector los pueden mitigar con clientelismo. Cada vez que los productores se quejan de sus problemas (que son los mismos de forma, pero duplicados cada año), prometen subsidios sin una supervisión técnica que mitigue la urgencia, pero no se soluciona el problema. Cada uno de los productores vela por su supervivencia, y sin unión, no hay fuerza.

Los ciudadanos tenemos que velar porque en este torneo electoral no se hagan promesas que nunca llegarán a ser una realidad. Para 2014, sin importar el partido que resulte victorioso, se requiere de un compromiso de apoyo al agro.

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