Secuelas vitalicias de errores espontáneos

Actualizado
  • 07/10/2013 02:00
Creado
  • 07/10/2013 02:00
A mediados de septiembre Salomón Moreno, padre de Milagros Nazareth, una de las bebés afectadas por la intoxicación con alcohol bencílic...

A mediados de septiembre Salomón Moreno, padre de Milagros Nazareth, una de las bebés afectadas por la intoxicación con alcohol bencílico, envió una carta al director de la CSS para solicitarle una agilización en la indemnización que debe hacer la institución por los daños, tal vez de por vida, que padecerá su bebé. La misiva también iba dirigida al Presidente Ricardo Martinelli y a la Primera Dama.

Hasta la fecha no ha recibido respuesta de ninguno de ellos. Las secuelas no solo afectaron a la bebé para el resto de su vida, sino que trastocó la dinámica familiar, la situación económica de la familia y la forma de vida.

Cenaida, su esposa, tendrá que renunciar al trabajo que la acogió por 16 años en la municipalidad de Santiago porque los cuidados que debe tener Milagros son constantes y requieren de su ayuda. No obstante, el salario cesante nadie se lo repone por ahora, y era parte del presupuesto de la familia que con la bebé son cuatro hijos.

Milagros requiere de terapia en casa tres veces al día, y además, debe acudir a la clínica otras tres veces a la semana. Aunado a esto tiene que trasladarse a la capital más de una vez por mes para acudir a sus citas médicas en la CSS porque cada especialista atiende a la bebé diferente día, razón que le impide hacer un viaje al mes.

Salomón es profesor y consiguió, gracias a la intervención de Sáez-Llorens, que la Ministra de Educación le otorgara una licencia hasta enero.

Sin embargo, los medicamentos y las necesidades de Milagros lo tienen ahogado en gastos, desembolsos inesperados en su presupuesto.

Pronto, según le informaron en farmacia, se agotará un medicamento que viene del exterior y es de poco uso para la institución, que sirve para regenerar el hígado de Milagros. Salomón teme otro gasto extra en esta interminable lista de necesidades.

Milagros tiene una válvula ventrículo peritonial que va desde su cabecita hasta el estómago para drenar el líquido como consecuencia de la hemorragia que produjo presuntamente la heparina. Por las afectaciones del medicamento, debe atenderse con el neurólogo, con el fisioterapeuta, también debe recibir un tratamiento de broncodisplasia para sus pulmones, y otro con la oftalmóloga para dar seguimiento por algún daño colateral debido a las lamparitas de la incubadora. Para acudir a estas citas debe viajar desde Santiago a la capital cada vez que sea necesario.

Así como Salomón, los padres de las víctimas esperan recibir un pronunciamiento de las autoridades. Después de todo hay una responsabilidad tácita de la institución en la condición de salud de esta pequeña y las muertes de los bebitos.

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