Los piratas están de espaldas al reglamento de tránsito

Vidrios oscuros, la discreción en el uso de cintas reflexivas y música estruendosa. Los piratas, como los diablos rojos, han vuelto a retar al artículo 64 del Reglamento de Tránsito y a la Ley 42 de 2006, que plantean un sinfín de formalidades al transporte público.

La Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) hizo efectiva la semana pasada la orden implícita del presidente Ricardo Martinelli de dar permisos temporales indefinidos a estos buses, aun con las violaciones a sus propias normas.

Sin peros, la entidad también pasó por alto el artículo 65 del reglamento del Tránsito, que establece que ‘todos los vehículos destinados al transporte colectivo, colegial y de turismo deben estar equipados con gobernadores de velocidad (…)’.

El incumplimiento de este artículo dio cabida a que el 6 de noviembre del 2013 un accidente registrado en el sector de Hato Montaña en el distrito de Arraiján cobrara la vida de una persona. Era un pasajero.

También en Loma Cová se estrelló otro, y en pleno Corredor Norte, un bus en plena piratería se fue contra una de las casetas de peaje sobre la avenida Ascanio Villalaz.

Marcos González, presidente de la comisión de Transporte de la Asamblea Nacional y quien gestionó el permiso a los buses ilegales, aseguró que los vehículos están asegurados y tienen un rótulo autorizado por el Tránsito que indica la buena salud del sistema. ‘Tienen el seguro de asientos, tienen el paz y salvo de la ATTT, no tienen boletas pendientes y tienen logos... están debidamente identificados’.

En contraste, la concesionaria MiBus, que opera el Metrobús, insistió en que al usar este tipo de transporte, los usuarios deciden viajar en buses ‘que no tienen exigencias en materia de seguros de daños a terceros ni a pasajeros, mantenimiento, tarifas estandarizadas ni horarios de atención’.

El exdirector de la ATTT Carlos Harris cree que sobre cualquiera intención de regular la piratería en el transporte público están las banderías políticas.

‘Se ha abierto una caja de Pandora’, advierte, por su lado, el presidente de los transportistas de La Chorrera, Eliércer Montenegro.