La ACP y GUPC firman convenio

Actualizado
  • 14/03/2014 01:00
Creado
  • 14/03/2014 01:00
PANAMÁ. Plasmar por escrito los acuerdos alcanzados entre Grupo Unidos por el Canal y la Autoridad del Canal de Panamá no fue fácil.

PANAMÁ. Plasmar por escrito los acuerdos alcanzados entre Grupo Unidos por el Canal y la Autoridad del Canal de Panamá no fue fácil.

Ayer, la Junta Directiva de la ACP, en reunión extraordinaria, dio su consentimiento a la Administración para firmar el acuerdo con GUPC. Plasmarlo en blanco y negro tuvo sus desencuentros al momento de redactar el documento de muchas páginas que, por el momento, será confidencial. Por ahora, rubricaron el documento la italiana Impregilio; Sacyr, de España; y la holandesa Jan de Nul, mientras que la afianzadora Zurich se unirá formalmente hoy.

Queda pendiente el visto bueno del representante de la panameña CUSA, actualmente en el extranjero, según informaron fuentes al tanto de la negociación.

Al parecer, los juristas italianos se pusieron quisquillosos en algunos puntos, así lo informó una fuente relacionada con el Canal. Finalmente, el acuerdo conceptual, como era de esperarse, contempló hasta el más espinoso de los pormenores.

Lo medular no se limitaba a las compuertas, se concentraba en la parte financiera y los plazos en la moratoria del repago de 784 millones de dólares que GUPC debe efectuar a la Autoridad del Canal de Panamá.

Al final, lo que tenía más atascado el asunto no fueron las compuertas, sino otros asuntos como la liquidez necesaria para finalizar las obras sin problema, demorar los repagos y las condiciones supeditadas a la entrega de las compuertas.

Mediante este entendimiento, se logró una inyección financiera a GUPC que anteriormente no existía, flujo que va directamente destinado al proyecto. Después, la ACP efectuará los pagos restantes de la obra, que son alrededor de mil 400 millones de dólares que se aportarán según avance la obra con el propósito de que se siga pagando el proyecto. El pico más álgido del desembolso del plan de ampliación está en la actual curva del cronograma.

En su momento, la ACP propuso que se tomaran en cuenta penalizaciones en caso de que el contratista no cumpliera a tiempo con la entrega de las compuertas. Entre estas, se analizaba acortar el tiempo de la moratoria y la posibilidad de que la ACP pudiera utilizar las cartas de crédito a su favor. Tal situación crearía un impacto financiero inmediato sobre las empresas integrantes del consorcio, ‘ninguna empresa puede aguantar un choque de que le quiten 500 millones de dólares’, dijo el administrador Jorge Luis Quijano a finales de febrero, cuando anunció un acuerdo verbal con GUPC.

Después de las deterioradas relaciones y la desconfianza que casi motiva a la ACP a activar el Plan B, el reto inmediato será evitar nuevos oleajes que pongan en riesgo, una vez más, la entrega de la ampliación de la vía interoceánica programada para 2015.

Extraoficialmente se conoció que la empresa italiana Cimolai, que construye las compuertas, también ha solicitado al contratista más dinero por el trabajo. No se confirmó el monto que reclaman los italianos, pero, al parecerm Cimolai también reclama sobrecostos.

GUPC y ACP lograron a finales de febrero un acuerdo conceptual que puso fin a la paralización de trabajos que hiciera el contratista al declararse ilíquido para continuar los trabajos.

En el convenio, el contratista se compromete a entregar las compuertas a más tardar en diciembre de 2014, a través de tres envíos escalonados. Incluye también un cronograma de pagos a subcontratistas y proveedores, y que la ACP se reserve el derecho de auditar dichos desembolsos. El repago se extendería hasta el 2018, pero muy sujeto al cumplimiento de objetivos.

La fianza de cumplimiento o performance bond por 400 millones solo podrá ser liberada por la aseguradora Zurich para incorporar este monto a un fideicomiso que permita completar la obra.

GUPC retomó los trabajos a ritmo lento y aunque actividad no alcanza el 100%, la parte del concreto lleva buen ritmo, incluso con menos gastos.

Según conoció La Estrella, una de las consignas de GUPC es producir ahorros, lo que implica reducir la planilla y ser más selectivos en la contratación de mano de obra.

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