Pasillos convertidos en salones para dar clases

Actualizado
  • 27/03/2014 01:07
Creado
  • 27/03/2014 01:07
Los estudiantes reciben las lecciones en esquinas con poca ventilación, en el gimnasio y la cafetería

Alejandra Samaniego sufre cada vez que piensa que debe ir a clases, pero no porque no le guste madrugar.

La estudiante, que cursa el duodécimo grado, es alumna del ruinoso Instituto América, ubicado en Betania. Dan clases en los pasillos, la cafetería y los balcones.

‘Todo está destruido. A veces uno tenía que bajar las escaleras dañadas. Ya las han cerrado’, describe la alumna con tristeza.

Samaniego es parte del grupo A que recibe clases en un área del pasillo central del colegio, donde solo se han colocado sillas y un tablero.

Sometidos al calor del día del fuerte verano, se complica el aprendizaje, reconoce.

Las incomodidades empezaron el mismo primer día de clases, el pasado 24 de febrero. ‘El primer día de clases fue muy revuelto’, recordó sin ver mejoría. Su mensaje es claro: ‘deben reparar el colegio’.

¿QUÉ OCURRIÓ?

A la empresa Fagar S.A., que cobraría $2 millones por remodelar y construir 7 módulos de laboratorios, el Ministerio de Educación (Meduca) le rescindió el contrato.

Según dirigentes magisteriales, la canalización de agua servidas, la reparación de servicios, los arreglos eléctricos, el levantamiento de piso y colocación de baldosas, puertas y ventanas quedaron a ‘medio palo’.

Únicamente 12 salones no fueron afectados, los demás están destruidos.

Al principio del año lectivo el Meduca recomendó repartir los 43 grupos en colegios cercanos al plantel. No obstante, la comunidad educativa americanista decidió quedarse allí y adecuar aulas en los espacios disponibles para que los profesores, 165, impartieran las clases sin abandonar la estructura a los 2 mil 600 chicos.

En el gimnasio se instalaron 14 aulas con sus lámparas y tableros, divididas por paredes de madera comprimida.

Del coliseo se habilitó la zona del escenario, el cuarto de pesas y el salón de reunión para dictar las clases.

En un grupo de octavo grado, que está instalado en el cuarto de pesas, la estudiante Anyeiris Ramírez dijo que el calor es insoportable.

Hay profesores dictando clases en las esquinas de los pasillos en el segundo piso, en la capilla, el Departamento de Orientación y el área de la fotocopiadora.

También la biblioteca se dividió en tres aulas y el Laboratorio de Ciencias Naturales, en dos.

La cafetería se está acomodando para impartir lecciones; se dividió en dos y se le instalarán los tableros y aires acondicionados.

Hay un laboratorio de ciencias improvisado en el pasillo del segundo piso.

PROFESORES ACALORADOS

Xenia de Herrera, profesora de Español por 14 años, comentó que hay demasiado ruido que se filtra por las paredes de madera comprimida y los estudiantes no escuchan las lecciones.

Explicó que su método es usar el tablero y los cuadernos para que no les afecte la bulla del gimnasio.

Deika Gómez, profesora de Geografía e Historia por más de 8 años, indicó que lo importante es cumplir con el calendario escolar.

‘Esperamos del Meduca una respuesta para solucionar estas dificultades’, relató Gómez, quien intenta refrescar la alta temperatura con abanicos de papel.

INCUMPLIMIENTO

El Meduca explicó que reclama la fianza e inhabilita a la empresa contratista para contratar con el Estado, además aseguró que ‘tomará todas las previsiones y medidas’ para que el proyecto no afecte el periodo de enseñanza y les entreguen un trabajo de calidad.

Asimismo, indicó que el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas confirmó la anulación del contrato y esa decisión judicial fue comunicada a la aseguradora Seguros BBA Corp., que tiene 30 días calendario para pagar la fianza o sustituir a Fagar S.A. El plazo vence el 17 de abril.

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