40 razones para seguir en pie

Actualizado
  • 21/04/2014 02:02
Creado
  • 21/04/2014 02:02
Tito Valdés, afectado por las manifestaciones contra la ley chorizo durante los enfrentamientos indígenas en Bocas del Toro.

En julio de 2010, un grupo de miembros del sindicato de bananeros en Changuinola, Bocas del Toro, protestaba en reclamo del pago de salarios adeudados y la derogación de la llamada ‘ley chorizo’, que contemplaba restricciones al derecho de huelga y otras disposiciones sindicales. La jornada de confrontación con la policía dejó un saldo de 78 heridos de gravedad, de ellos 6 han muerto, aproximadamente 60 perdieron visión y uno quedó totalmente ciego y se suicidó.

‘Yo apoyaba al grupo sindical en ese entonces y quedé totalmente lisiado. Mis dos piernas las tengo llenas de plomo. Tengo problemas para caminar, se me duermen las piernas, me da fiebre. Prácticamente, no puedo estar en el sol, no puedo hacer trabajos pesados.

He quedado inservible. Cuando recibí los disparos me desmayé. Fue cuando mis compañeros me escondieron en un drenaje y me taparon con hojas de plátano para que los policías no me encontraran. Recuperé la conciencia como a las seis de la tarde y vi múltiples llamadas en mi celular, la de mi señora entre ellas. Le di la dirección del bananal donde estaba y vinieron mi hermano y mi cuñado a rescatarme.

Tengo 40 perdigones incrustados en los huesos; los que tenía en la carne, unos 150 a 200, me los extrajeron los bomberos que me auxiliaron porque temíamos ir al centro de salud donde los policías arrestaban a todos los que llegaban a pedir ayuda médica.

Los bomberos me quitaron como 60 perdigones del cuerpo, pensé que ya no tenía más pero mis piernas seguían echando pus y me dolían. A la semana mi esposa me llevó al hospital y le pedí al médico que me tomara una placa para saber si tenía o no plomo en las piernas. Cuando el doctor sacó la placa me extrajo 90 perdigones, luego me tomé una segunda y se contaban 40, pero los médicos me dijeron que esos ya no se pueden extraer’.

Tito Valdés, afectado por las manifestaciones contra la ley chorizo durante los enfrentamientos indígenas en Bocas del Toro.

Era un 10 de julio, sábado entre las 9:00 y 10:00 a.m., del 2010. Desde entonces no ha pasado nada, hasta el sol de hoy.

El gobierno prometió un estudio para oficializar un monto de indemnización para los afectados según su gravedad; cien dólares por 16 meses a los afectados por perdigones; ciegos, 400 mensuales; quienes perdieron un ojo, 250 a 300 al mes. La ayuda económica finalizó y recientemente los afectados convocaron protestas para exigir al gobierno que eleve a Ley de la República el derecho a una pensión vitalicia.

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