El Gorgas invierte $620 mil en insecto alterado

En el sector 2 de Nuevo Chorrillo, distrito de Arraiján, los lunes, miércoles y viernes sobrevuelan nubes de mosquitos.

Los moradores se acercan a los investigadores del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) para preguntar si esos mosquitos pican.

Lorenzo Cáceres, entomólogo líder de la investigación del Aedes aegypti transgénico, les contesta que esos insectos no se alimentan de sangre, que son machos y que tienen una sola función en la comunidad: cruzarse con las hembras nativas para procrear hijos muertos. Así se ha logrado mermar en 95% las población de Aedes en Brasil.

Estas son las cifras que espera Cáceres plasmar en su informe cuando finalice la liberación del vector en Nuevo Chorrillo, Princesa Mía y Lluvia de Oro, tres comunidades del distrito de Arraiján.

EL COMIENZO

Desde hace tres años, el investigador y su equipo recorren estas poblaciones arraijaneñas. Durante este periodo han colocado trampas para contabilizar la población del insecto.

Comunidades aisladas y un índice de infestación alto fueron dos condiciones determinantes para escoger el lugar de la liberación.

Antes, los investigadores realizaron los trámites para los permisos de importación de los huevos alterados genéticamente y de liberación del insecto. Este proceso tardó 36 meses.

Los recursos para esta investigación, que ya suman $620 mil y aún faltan $100 mil para su conclusión, fueron costeados por los fondos para estudios científicos que el Estado asigna a las organizaciones de investigación.

Aunque la inversión faltante todavía no ha sido aprobaba por el Ministerio de Economía y Finanzas, los científicos del ICGS continuarán liberando 60 mil mosquitos a la semana hasta el mes de octubre.

Cáceres pensaba trasladar los mosquitos del laboratorio hasta Arraiján durante la estación seca, pero no fue posible por el tiempo que tardó el

Comité Nacional de Bioética en otorgar el permiso.

EL VENDEDOR DE INSECTOS

Oxitec tiene 12 años vendiendo huevos alterados genéticamente. La empresa donó los huevos para producir el millón de mosquitos que liberará el ICGES.

Brasil inició, recientemente, la utilización del mosquito transgénico para disminuir la población del insecto transmisor del dengue. El proveedor de este producto es también Oxitec. ‘Ellos tienen la patente para esto, es como si vendieran un tipo de insecticida’, compara Cáceres, quien agrega que Oxitec también le ha brindado asesoría técnica al proyecto.

Concluida la liberación de los insectos, Cáceres elaborará un informe con los resultados de infestación. Este documento se lo mostrará al Ministerio de Salud (MINSA) y a los moradores de las tres comunidades.

Los hallazgos serán publicados en revistas científicas extranjeras, como todo estudio científico.

Si los resultados son similares a los alcanzados en Brasil, se propondrá al MINSA que incorpore los mosquitos transgénicos como una herramienta para disminuir la población del transmisor del dengue.

Al IGCGES le corresponderá negociar con la trasnacional el precio de los huevos transgénicos.

El experimento no exime a la población de la responsabilidad de eliminar los criaderos del mosquito.

En lo que va de 2014, siete personas han fallecido por dengue.