Panamá-Costa Rica: panorámica de una ‘frontera porosa’

Actualizado
  • 18/12/2014 01:00
Creado
  • 18/12/2014 01:00
Este año se incautaron $191.763 kilos de cocaína y se detevo a 847 ilegales. El Senafront articula 470 agentes controlar la zona

La franja fronteriza entre Panamá y Costa Rica consta de 363 kilómetros y un límite de tolerancia de 500 metros de cada lado, para asuntos comerciales. Súmele apenas tres puestos de control migratorio, una aduana y una cantidad sin determinar de cruces por recovecos clandestinos.

Por años, las quejas de las poblaciones vecinas a la frontera tico-panameña han sido el trasiego ilegal de mercadería, una situación que evade el pago de impuestos de introducción usando rutas ilegales.

La situación va desde productos agrícolas, armas o droga. Paso Canoas y Río Sereno, en Chiriquí; y Guabito, en Bocas del Toro, son los pasos fronterizos controlados; de estos, sólo el primero está autorizado para el movimiento internacional de carga. Por los tres pueden pasar personas.

Las propias Fuerza Pública y aduanas reconocen que las trochas y pasos ilegítimos son su principal reto. La mayoría de los inmigrantes ilegales los usa, aunque hay quienes recurren a una vieja práctica: cruzar por los caminos legales con argucias y en vehículos con doble fondo.

En lo que va del año, por Paso Canoas entraron al país unas 6 mil personas, y otras 6,138 salieron. Según estadísticas del Servicio Nacional de Migración (SNM), se trata del 3% del flujo que ha registrado Panamá en 2014.

Los meses de mayor movimiento son noviembre y diciembre, explica el SNM. En esos meses del año pasado, por Paso Canoas cruzaron unas 50 mil personas.

EL DRAMA DE LOS ILEGALES

De acuerdo con Migración-Chiriquí, 847 personas han sido retenidas por las autoridades migratorias de Panamá hasta la primera quincena de diciembre. De estas, 192 fueron deportadas; 308 extranjeros recibieron multas y otros 100 fueron remitidos a albergues en la ciudad de Panamá.

Al margen están los que no pueden ser contabilizados porque ingresaron ilegalmente o los que simplemente son multados por estadía vencida en el país.

El mayor Moisés Cortés, jefe regional de Migración, explica que la falta más frecuente es la evasión de los puestos de control, estadía vencida y por ingreso irregular, ‘la que cometen con más frecuencia visitantes costarricenses’, señaló.

¿Será por mal uso del acuerdo de buenos vecinos?, se preguntan algunas personas con las que La Estrella de Panamá conversó.

El 24 de septiembre de 2011, Panamá y Costa Rica firmaron un acuerdo migratorio, que contempla permisos vecinales, salvoconductos indígenas y operaciones conjuntas.

En lo referente a los acuerdos de buena vecindad, se fijó un límite de tolerancia para el libre tránsito y desarrollo de actividades comerciales de 100 metros sobre el cordón fronterizo, excepto en la región de Sixaola, que se ampliaría a 300 metros.

EL PASO LEGAL POR LA FRONTERA

En Paso Canoas, el SNM tiene ocho ventanillas, que abren entre las 7:00 a.m. y las 11:00 p.m. Quienes deseen ingresar necesitan pasaporte, comprobar su solvencia económica y presentar su boleto de regreso.

‘La actividad en la frontera no cesa’, indica Francisco Rodríguez, director de Aduanas-Chiriquí. Rodríguez asegura que patrullan siempre el cordón fronterizo.

Según Rodríguez, la mercancía incautada en todo el 2014, hasta mediados de diciembre está valorada en unos $191,363, y se encontraron y retuvieron 768 kilos de cocaína. No se han encontrado armas.

De acuerdo con el funcionario, las retenciones de carga, tanto la mercancía no declarada y hasta drogas, fueron detectadas con el sistema de escáner. ‘Las máquinas han ayudado a detectar tanto mercancía que no ha pagado impuestos, como sustancias ilícitas... este equipo permite la verificación de los cargueros de manera electrónica y más rápida’, aseguró.

Según las estadísticas de Aduanas, los meses de mayor incautación de dinero fueron octubre ($24 mil) y noviembre ($36 mil).

PREOCUPACIÓN COMERCIAL Y POR LA SEGURIDAD

Para Rodríguez, el índice de contrabando en comparación con la carga que ingresa legalmente no es relevante.

En esta línea declaró que en materia de recaudación, Aduanas-Chiriquí ha percibido más de $378 mil este año. La entidad fiscaliza la carga también en los puertos Pedregal, Armuelles, Guabalá, y en Río Sereno.

Karim Gozaine es presidente de la Cámara de Comercio de Paso Canoas y está preocupado. Asegura que las ventas en la zona fronteriza cayeron en torno a un 20%.

Con respecto a la seguridad, Frank Ábrego, director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), indicó que en la zona limítrofe con Costa Rica bajó los niveles de tensión, luego de la activación del Batallón Occidental. Se trata, según su jefe, Erick Ávila, de un escuadrón con 470 personas.

Así, habría un agente a cada 770 metros.

‘Es una frontera porosa y amplia... los pasos clandestinos no pueden contabilizarse a ciencia cierta’, indica un residente.

Otro vecino de la frontera es más crudo: ‘cualquier casa que esté en el límite de los hitos fronterizos podría llevarte al otro lado’.

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