“Ni me rindo ni me muero”, advierte Lisac

Para Julio César Lisac, panameño y chiricano, la vida es una lucha, aunque alguna, como la suya, sea la de David contra Goliat. Con ochenta años cumplidos lleva más de veinte reclamando sus derechos sobre una concesión hidroeléctrica que le arrebataron para entregársela luego al multimillonario mexicano Carlos Slim. ‘No me mueve el dinero', asegura, sino mi dignidad y la de mi familia.

SIENDO LA SUYA UNA REIVINDICACIÓN DE JUSTICIA, ¿POR QUÉ CREE QUE NO CUENTA CON EL RESPALDO FULMINANTE DE TODO EL PAÍS?

Algunos medios no publican información sobre mi caso, aunque me he atrevido a levantar la voz y sigo mi lucha contra el Estado y los poderes económicos que muchas veces lo controlan.

¿SOLO CONTRA TODOS?

No tengo miedo. Tengo cuidado de hablar cuando no puedo confirmar lo que digo, pero en mi caso, me asiste la verdad, documentos, resultados; la justicia me ampara.

¿EN QUÉ SITUACIÓN ESTÁ EL CASO?

Tengo una sentencia del año 2010. Han pasado dos gobiernos y ninguno ejecuta la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, cuyos fallos son finales, definitivos y de obligado cumplimiento

ADEMÁS DE PERSEVERAR, ¿QUÉ ALTERNATIVAS MANEJA?

No soy terco ni obstinado. Si hay alguna propuesta para resolver esta situación, yo quiero escucharla. Pero no he recibido ninguna invitación a negociar. Yo no soy intransigente, pero si alguien está esperando que me vaya a cansar, se equivoca.

DESPUÉS DE TANTO TIEMPO, ¿QUÉ LO MOTIVA?

En la sentencia de la Corte se reconoce que hubo mala fe de parte de la administración al retirarme la concesión. Yo no quiero sacrificios de nadie ni tengo ánimo de venganza ni guardo rencor. Eso no es lo que me motiva. Lo que se me concedió en la sentencia fue la concesión. Hoy la concesión ya es una planta hidroeléctrica, nosotros podemos muy bien reembolsarle al que la construyera o al Estado el valor de la obra.

¿QUÉ ESPERABA CON EL CAMBIO DE GOBIERNO?

Yo comprendo que al gobierno lo que realmente le corresponde es cumplir con la sentencia. El gobierno no tiene más obligación que esa. No pienso en resarcimientos. A lo que yo aspiro es a que el gobierno ejecute la sentencia y si hay alguien que quiera formalmente plantearnos una negociación para una salida válida para todos, yo quiero escucharla.

SI LA CONCESIÓN QUE RECLAMA ESTÁ EN FUNCIONAMIENTO, ¿CÓMO PREVÉ EL CAMBIO DE TITULARIDAD?

No pretendo que haya interrupción en el suministro de energía. No quiero que se perjudique el país o las inversiones realizadas. Todo se puede resolver en un plano de buena voluntad de negociación.

PERO HAY UN DICTAMEN DE EMBARGO A SU FAVOR...

Yo presenté una demanda ejecutiva ante el Juzgado Quinto del Circuito para que se ejecute la sentencia de la Corte. Yo no pedí nada contra (Carlos) Slim, pero el procedimiento del juzgado fue embargar los bienes de su empresa en Panamá como parte del procedimiento que establece la ley. Medida que, por otra parte, ha sido suspendida y protestada por la misma administración del Estado. El embargo, sin embargo, mantiene su vigencia... ya se resolverá.

SE ENFRENTA AL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO...

Slim no es mi enemigo. Pero si se ejecuta la sentencia, creo que Slim puede pensar que tiene derechos que reclamar al Estado, pero eso yo no puedo decirlo. Es un tema que tienen que evaluar ellos. Yo estoy muy tranquilo y lo único que me interesa es que se ejecute la sentencia, y en eso estoy. Tengo confianza en el poder judicial, porque tengo los documentos que justifican mi actuación. Tengo la conciencia tranquila y duermo tranquilo.

LE QUEDAN LAS INSTANCIAS INTERNACIONALES...

No pierdo la esperanza de que esto se resuelva a principios de este año. Pero adelanto un arbitraje ante el Banco Mundial y tengo la documentación preparada por si hace falta ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y, aunque estoy un poquito viejo, tengo salud y fuerza para seguir luchando y le aseguro que todavía la cabeza no me desvaría. No me van a quebrar. ¡Ni me rindo, ni me muero!

¿Y CÓMO CREE QUE SE METIÓ EN ESTE LÍO?

No soy un especulador. Si me hubiera quedado con proyectos pequeñitos no hubiera despertado el interés de los gánsters. Bajo de Mina era demasiado goloso y desperté el apetito de los codiciosos. Puede que este gobierno no cumpla la sentencia, pero estoy en condiciones de pasar el testigo, mi familia seguirá con mis reivindicaciones. Para mí, ésta lucha es un ejemplo. Mi vida no se ha acabado. No estoy listo todavía para vivir empiyamado. Mi lucha es por mi dignidad.

¿TIENE ALGÚN MENSAJE PARA EL PRESIENTE VARELA?

Apelando a su formación religiosa, le pido que cumpla la sentencia. Voy a tenderle un puente de oro al Gobierno y a Slim para que todo el mundo quede satisfecho, pero que recuerde que su obligación es cumplir la sentencia.

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‘Ni me rindo ni me muero. El que esté esperando que me vaya a cansar, se equivoca. Creo que he demostrado que tengo paciencia y la justicia me asiste. No estoy listo todavía para vivir empiyamado'.

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LA CRONOLOGÍA DEL CASO