La fragata ‘Libertad', una escuela flotante que visitó Panamá

Actualizado
  • 20/07/2018 02:00
Creado
  • 20/07/2018 02:00
Es una nave especial para la preparación de los cadetes en el último año de sus estudios navales. El joven Manuel Alejandro Polanco, oriundo de Santiago de Veraguas, es uno de ellos

Como es usual, el capitán Carlos Gabriel Funes daba la bienvenida a cada uno de los visitantes que abordaban la fragata ‘Libertad', una escuela flotante de la Armada de la República de Argentina. Todos preparados para a una travesía a bordo del buque que navegaría por una las obras de ingeniería más destacadas del mundo moderno, el Canal de Panamá.

La tripulación de blanco pulcro se alistaba para la travesía. Su estadía en aguas panameñas la definen como grata. Recibieron unos 6,000 visitantes, entre panameños, argentinos y de otras nacionalidades.

Con el mayor de los orgullos, el capitán se refiere a la fragata bajo su mando. Es totalmente argentina, se empezó a construir en el Astillero Río Santiago en 1953 y se botó diez años después. Desde entonces, como parte de la Fuerza Naval Argentina, se dedica a la preparación de los futuros marinos.

‘Es un orgullo para Argentina que parte del entrenamiento de sus cadetes sea una travesía por el Canal de Panamá, por su importancia para el mundo',

MARCELO LUCCO

EMBAJADOR DE ARGENTINA

Es un laboratorio flotante que navega los océanos alrededor de América, cada año con una nueva tripulación y un equipo de cadetes renovado, todos en su último año de preparación.

Al momento de zarpar, los cadetes son los encargados de poner en su lugar cada uno de los aparejos de la nave. Como si se tratara de un panal de abejas, salen de las cubiertas inferiores y de sus camarotes, cada uno ocupa su lugar y hace su tarea. Con la precisión de un reloj suizo, en cuestión de minutos, todo estaba listo para zarpar.

La fragata ‘Libertad' estuvo anclada en uno de los muelles del puerto de Balboa, en la entrada del Pacífico de la vía acuática.

Llegaron a Panamá como parte de la operación Velas Latinoamérica 2018, en la que participan once países: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Perú, Portugal, Venezuela y Uruguay, cada uno con sus fragatas que en más de 150 días planean visitar casi veinte puertos.

LA HORA DEL ZARPE

En protocolo naval regio, tal como lo hacen cada vez que van a salir de un puerto, cada uno toma su lugar, se entonan las notas del himno nacional de la República de Argentina y el estruendo de la sirena indica que no hay tiempo para más. Es el momento de tomar el curso planificado.

Son en total 76 cadetes que cursan el último año de sus estudios navales, tras cuatro años de teoría, la fragata ‘Libertad' es el laboratorio que les permite poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en las aulas.

Después de haber tenido la oportunidad de celebrar en aguas panameñas, sobre la cubierta de la fragata ‘Libertad', el 9 de julio, la ceremonia de los 202 años de la declaración de independencia de la Argentina, unos 300 hombres y mujeres que viajan en el buque están listos para cruzar el Canal.

Para la mayoría de los cadetes, los más jóvenes de la tripulación, es la primera travesía por la vía acuática panameña que en cuestión de nueve a diez horas los llevará del Océano Pacífico al Atlántico, un recorrido que por cualquier otra vía, les habría tomado días o hasta semanas.

EMOCIONES

Al dejar el puerto, Funes, el capitán de navío, cede los controles al práctico de la Autoridad del Canal de Panamá que tiene a su cargo la travesía de la nave.

Como niños en una tienda de dulces, se nota la emoción de los tripulantes, todos sacan sus teléfonos móviles y los activan en modo cámara de fotografía o de video y hacen lo posible por registrar el momento o grabar su experiencia a lo largo del que para algunos es una de las maravillas del mundo moderno, el Canal de Panamá.

Marcelo Lucco, embajador de la República de Argentina en Panamá, dice que es un orgullo para cada una de las trescientas personas que viajan en la fragata poder cruzar el Canal. Destaca la importancia de la nave como buque escuela, lo que despertó el interés de miles de personas que aprovecharon para visitarla y conocer sus cubiertas.

La fragata es una escuela completa con todas sus instalaciones: salones de clases, camarotes, laboratorios, clínicas, salón de odontología, comedores, áreas para reuniones, sistema de computadoras, acceso a internet satelital, cocinas, salones de descanso, camarotes, en fin todo lo necesario para mantener la autonomía, durante sus recorridos por el mar.

No oculta su satisfacción de que la travesía por el Canal sea parte del proceso de enseñanza de los cadetes argentinos.

UN PANAMEÑO EN LA FRAGATA

El capitán Funes habla con satisfacción de la visita a Panamá y cuenta que uno de los cadetes en la fragata es panameño.

Se trata de Manuel Alejandro Polanco Medina, oriundo de Santiago de Veraguas, que estudia en Argentina y cursa su último año en la escuela naval.

Pero cómo llegó un santiagueño a Argentina. Cuenta que un tío suyo, que es marino, lo incentivó para que aplicara para una beca del Servicio Nacional Aeronaval. Recuerda como una emoción indescriptible cuando lo llamaron y le dijeron que alistara sus maletas, porque debía viajar a Argentina, un país que apenas conocía en el mapa o por sus jugadores de fútbol.

Ya han transcurrido más de cuatro años desde que inició sus estudios y nunca pensó que su primera travesía por el Canal sería como parte sus estudios en Argentina. Hoy siente mucho orgullo de poder decir a sus compañeros de clases que el Canal está en su país y brinda servicio a naves de todo el mundo, lo que también destaca el embajador Marcelo Lucco, antes de desembarcar y despedirse de la fragata y su tripulación.

Panamá y Argentina son dos países hermanos que caminan juntos, hay muchos planes de cooperación entre ambos Estados, para aprovechar el servicio que presta al mundo el Canal de Panamá.

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