El periodismo está de capa caída por la tecnología

Actualizado
  • 15/11/2018 01:00
Creado
  • 15/11/2018 01:00
Los ‘call center' son una maleantería encubierta, son como un tipo que se pone pasamontañas para robar, advierte el periodista y académico Rafael Candanedo

Las redes sociales matan gente, pero también salvan vidas; destruyen imágenes, pero también las realzan. Este mundo globalizado llegó para quedarse, y aquel que no se adhiere a él, sencillamente desaparece del sentir contemporáneo.

Los medios de comunicación son una prueba fehaciente de que si no se montan al bus de la revolución tecnológica, mueren.

Así lo explica el filólogo Rafael Candanedo, un periodista que, a pesar de que el boom de las redes sociales surgió cuando ya era un profesional, tuvo que apurarse en comprender todo ese mundo nuevo que nos envuelve a todos.

Rafael Candanedo se declara como un campesino que se crió en una finca en Chiriquí. Durante su trayectoria personal, familiar y profesional, nunca ha olvidado los valores que adquirió en el campo.

‘Creo que muchas veces los comunicadores se olvidan de que son periodistas y piensan que son simples ciudadanos tuiteros'.

Es un estudioso del idioma y se manifiesta orgulloso de pertenecer a la Academia Panameña de la Lengua.

Se siente satisfecho con las oportunidades que ha tenido para estudiar y por eso realiza actividades para devolverle de alguna manera al país todo lo que le ha dado.

Usa las redes sociales para dar gramática virtual, porque le interesa que la gente se exprese y escriba bien.

Ya muchos lo identifican como el ‘muchacho del gatito', pues desde hace varios años sustituyó la corbata por esta prenda.

¿CÓMO SE ESTÁ VIVIENDO EL PERIODISMO EN ESTOS MOMENTOS?

Pienso que estamos viviendo una época de crisis que en gran medida está animada por la globalización y por las nuevas tecnologías. En estos momentos hay una confusión y una especie de reacomodo.

¿Y QUÉ ES LO QUE VA A SOBREVIVIR?

Los valores que tiene el verdadero periodismo. Primero, la búsqueda de la verdad; es muy difícil encontrar la verdad, sin embargo, esa búsqueda es lo que en primer lugar hace que algo sea periodismo; después, la verificación. Estamos en una época en la que cualquier persona, de manera empírica o emergente, hace las veces de periodista, y esa persona no tiene el compromiso de los valores éticos. A esto se le puede llamar cualquier cosa, pero lo que realmente es periodismo y que hoy está en desventaja, es aquello que esté en función de la búsqueda de la verdad, de unos valores éticos y de la verificación.

La grandeza del periodismo tiene que ver mucho con lo que decían los grandes pensadores de la Ilustración, que fueron quienes de antemano fueron los pioneros del Estado moderno y de los valores democráticos que practicamos hoy. Ellos decían que uno debe tener el compromiso de tolerar todas las ideas, entonces el periodismo tiene que ser la vitrina donde se toleren todas las ideas, incluso las equivocadas. Si el periodismo cumple ese filtro, estaremos en la posibilidad de reinventar la profesión.

Algunas personas dicen que en esta época el periodismo está de capa caída, justamente por el tema de la tecnología. Casi la mitad de la humanidad tiene acceso a las redes sociales, y ninguna de esas personas que participan en las redes tiene compromiso con la verdad. Actúan muchas veces a través de bulos o fake news ; sin embargo, la diferencia la pueden hacer los periodistas con sus valores éticos.

¿CÓMO SE PUEDE EVITAR LA PROLIFERACIÓN DE LAS NOTICIAS FALSAS?

Creo que no es muy difícil. Es una cuestión de voluntad que los periodistas, estén ejerciendo en un medio convencional o no, sepan de antemano que su responsabilidad primero es con la verdad, que su herramienta principal es verificar la información y que, además, deben dar el ejemplo al resto de las personas.

Creo que muchas veces los comunicadores se olvidan de que son periodistas y piensan que son simples ciudadanos tuiteros.

¿USTED PIENSA QUE SE DEBE REGULAR LAS REDES SOCIALES?

En gran medida la legislación que tenemos se aplica para el mundo digital. Por ejemplo, la calumnia y la injuria está regulada en nuestro medio y se puede aplicar perfectamente en estos casos. De hecho, siempre recuerdo el caso de alguien que amenazó de muerte al hijo del presidente de la república, a través de una red social, y a los pocos días encontraron a la persona. Es más fácil encontrar a un maleante digital que a una persona que comete un crimen.

Otra cosa, ¿esos diputados que se quedan con las partidas son los que nos van a regular esto para que no podamos, justamente, informar sobre partidas y berrinches de Pandeportes y todo eso? Eso no puede ser.

¿QUÉ OPINA DE LOS DENOMINADOS ‘CALL CENTER'?

Son muy nocivos para la sociedad y la democracia. Es una especie de maleantería encubierta, es como un tipo que se pone pasamontañas para robar. Entonces uno de los controles que hubiese que desarrollar es justamente que no haya anónimos. Pero la solución no es censurar a la gente, porque entonces sería peor el remedio que la enfermedad.

PERFIL DEL ENTREVISTADO

Actualmente se desempeña como catedrático universitario.

Nombre completo: Rafael Candanedo

Lugar de nacimiento: Chiriquí

Edad: 60 años

Creencias religiosas: Católico

Cónyuge: Yira Ortega

Resumen de su carrera: Tiene dos licenciaturas obtenidas en la Universidad de Panamá: Español y Periodismo. Cuenta con un doctorado en Filología, obtenido en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido profesor de maestría y doctorado en varias universidades de Panamá y Brasil. Actualmente se desempeña como catedrático universitario y es columnista en varios medios de comunicación.

Lo que hay que hacer es educar a la gente y si alguien se pasa, entonces que la justicia actúe. Es lamentable que nuestra justicia no tenga los suficientes fiscales digitales cuando los mayores delitos de la humanidad están en el mundo digital.

Es lamentable que haya gente que aboga por cerrar las redes sociales para que no los cuestionen, en un país donde siento que la principal tarea es luchar contra la impunidad, de la que en gran medida nos enteramos a través de esos medios.

¿PIENSA USTED QUE EL MUNDO SE QUEDARÁ SIN MEDIOS DE PAPEL?

Los medios tradicionales van en picada. Sin embargo, en este momento no me atrevería a decir que el periódico de papel va a desaparecer, lo que sí pienso es que llegará un momento en que será casi para coleccionistas.

Hay que ver que todos los medios que quieren sobrevivir están en internet. Ya no solo necesitan tener la plataforma del medio tradicional, sino que también requieren la del medio virtual, y eso ocurre en todas partes. Medios que nacieron digitales han tenido más éxito que periódicos como el The New York Times , que es el de referencia en el mundo.

USTED, COMO FILÓLOGO, ¿CÓMO VE EL TEMA DE LA ESCRITURA EN LAS REDES SOCIALES?

Entre los valores universales está la escritura. Hay que escribir buenos tuits. Si usted va a escribir 20 líneas, tiene que hacerlo bien, porque lo que va a sobrevivir es lo que está bien escrito, con gracia y con fuerza. En ese sentido, hay un auge de la palabra que cautiva, porque hoy tenemos a más gente que está hablando. Hay personas que no son periodistas que abren una página y tienen millones de seguidores.

Me entristece un poco que en nuestro medio, al conmemorar el Día del Periodista, la discusión es otra, cuando el tema debería ser el mundo de la tecnología que estamos viviendo, porque el que no se adhiere a esta revolución, está llamado a desparecer.

¿QUÉ PIENSA SOBRE EL PERIODISMO QUE SE ESTÁ PRACTICANDO EN PANAMÁ?

Estamos viviendo un período de crisis que tiene que ver con lo que hemos hablado, pero no creo que esto es el fin. Algo que es positivo son esos espacios que tienen las televisoras de verificar las noticias. Eso le da una lección a la gente que quiere hacer fechorías frente al periodismo.

El problema que estamos viviendo lo han vivido otras sociedades. Mucha gente no distingue entre periodismo y relaciones públicas; ente periodismo y propaganda; y lo otro es que los reporteros quieren hacerlo todo a través de las redes sociales, ya no quieren ir a los lugares donde ocurren los hechos. A quien no es periodista se le puede dejar que lo haga como quiera, pero el reportero tiene que ir al lugar de los hechos. El periodista profesional debe recuperar el espacio que le corresponde. Aquí, por nuestra propia idiosincrasia, hemos dejado caer el periodismo y eso no es positivo; pero, sin duda, hay excepciones.

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