'Al Cerro Ancón', una protesta contra los yanquis

Actualizado
  • 20/12/2019 06:47
Creado
  • 20/12/2019 06:47
El conocido poema de Amelia Denis de Icaza, un rechazo a la presencia norteamericana en Panamá

Amelia Denis De Icaza fue una mujer que amaba su patria, que hizo de su poema “Al Cerro Ancón” un arma para denunciar y protestar la presencia del ejército norteamericano en Panamá. “Qué se hizo tu chorrillo? ¿Su corriente al pisarla un extraño se secó?”, escribió entristecida la poetisa por la imposibilidad de que los panameños disfrutaran de espacios de esparcimiento que fueron censurados por los gringos como parte del territorio de la Zona del Canal.

Su poema “Al Cerro Ancón” es también una protesta a la injusta invasión de 1989. Esa es la conclusión a la que han llegado el Círculo de Historiadores Metropolitanos, que organizó un largo y merecido homenaje a la poetisa panameña en el Parque de Santa Ana, donde está el monumento en su honor, al conmemorarse 183 años de su nacimiento.

Durante el acto, el expresidente y director de la Academia Panameña de la Lengua, Aristides Royo, narró un incidente registrado durante las negociaciones de los Tratados Torrijos-Carter que permitió la devolución del Cerro Ancón a Panamá, gracias al poema de Denis De Icaza.

Royo contó que la tarde en que Rómulo Escobar y él reclamaron el Cerro Ancón a los negociadores norteamericanos, él me pidió que declamara el famoso poema de Amelia Denis De Icaza. Cuando terminé con las primeras dos estrofas, que eran las que me sabía, el negociador Sol Linowitz le preguntó a Ellsworth Bunker qué valor tenía para los panameños ese cerro. Éste contestó que era un tema sentimental y ambos accedieron a conceder su devolución , continúo Royo.

El expresidente recordó que su madre nació en calle 14 del barrio de Santa Ana. Era hija de Gil F. Sánchez constituyente de 1904, de los que votó como liberal contra el artículo 136 de la Constitución que autorizaba la intervención de los Estados Unidos en Panamá. Él había participado con los liberales santaneros en los hechos de la independencia de 1903. Agregó que cuando su madre tenía 7 años, en 1911, los norteamericanos anunciaron que cerrarían el acceso al Cerro Ancón.

Las maestras de la escuela donde luego funcionaron los edificios del Instituto Nacional llevaron a los alumnos a visitar por última vez el cerro y vieron las norias de las lavanderas y el sitio de almacenamiento del agua para los que las vendían en botijas. “Mi madre no olvidó nunca esa emocionante visita y quién le iba a decir, que junto con mi padre, visitarían el cerro ya con la bandera panameña en 1979”.

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