La muerte de don Ildefonso Preciado

Actualizado
  • 23/05/2021 00:00
Creado
  • 23/05/2021 00:00
Nota del editor: El diario 'El Tiempo' –cuyo director y propietario fue Guillermo Andreve– en su edición del martes 25 de octubre de 1921 recoge en su primera plana el fallecimiento de un personaje importante de los primeros años de vida republicana de Panamá. Se trata de Ildefonso Preciado y Frígola, un descendiente de españoles nacido en Cuba que acogió a Panamá como su hogar y, donde dejó las semillas de una distinguida y larga familia: Los Preciado. Fue el primer Preciado en arribar a Panamá. Sus servicios incluyeron el de cónsul honorario de España en nuestro país.
Sucumbió anoche a una enfermedad del corazón
La muerte de don Ildefonso Preciado
Su entierro fue una imponente demostración de aprecio

Anoche, a temprana hora falleció en esta ciudad, en su residencia frente al Parque de la Independencia, don Ildefonso Preciado y Frígola, persona de alta posición social y comercial entre nosotros.

Don Ildefonso, a quien nos complacíamos en ver casi todas las noches en el teatro Cecilia en compañía de su esposa, lleno de salud y de buen humor, pues hacía gala de un sprit de muy fina ley, se sintió enfermo el viernes último (21/octubre/1921) y tuvo que recluirse al lecho en donde lo sorprendió la muerte anoche temprano como resultado de un ataque de miocarditis.

Apenas se supo la triste nueva se vio la casa invadida de familiares y amigos, y esta mañana estuvo muy concurrido el sepelio, al cual invitaron los deudos, la Sociedad Española de Beneficencia, la Cooperativa y el Club Unión. El acto se efectuó a las 10:00 de la mañana.

El señor Preciado nació en La Habana el día 17 de diciembre de 1846. Iba a cumplir, pues, 75 años. Casó en 1874 en Matanzas con doña Mercedes Nadal y de ese matrimonio son hijos el doctor Alfonso, don Mario, don Manuel y don Rogelio Preciado; doña Mercedes de Garay y doña Carlota de Heath. De estos, nacieron en Cuba el doctor Alfonso, hoy ciudadano panameño y don Mario que conserva la ciudadanía cubana. Los demás nacieron en este país al cual llegó don Ildefonso en 1881. Tenía, pues, 40 años de residir entre nosotros.

Su primer negocio fue de farmacia, luego lo extendió al de librería. Tuvo también una jabonería y aficionadísimo a la agricultura se dedicó a ella con entusiasmo. Su finca de Chorcha le ha costado afanes sin cuento, pero él se encontraba orgulloso con que su cacao alcanzara el mejor precio en los grandes mercados.

Los hombres de hoy, chiquillos de ayer, recordamos sus establecimientos farmacéuticos de antaño, uno el principal, en la esquina de la avenida B y calle octava; otro en la plaza de Santa Ana y otro en la bajada de Sal-si puedes (calle 13 este) distinguidos todos con un globo terrestre al frente. Había también en David uno de estos establecimientos.

El señor Preciado fue fundador de la Sociedad Española de Beneficencia, de la cual fue siempre hasta su muerte elemento valioso.

Fue, también, socio fundador del Club Unión y su director.

Era miembro de la Unión Iberoamericana y poseía dos cruces del Mérito Militar y dos de Benemérito de la Patria, y la medalla de la guerra de Cuba, condecoraciones otorgadas por el Gobierno de España, pues el señor Preciado era español. También poseía la orden de Bolívar, de tercera clase.

Creemos que la muerte del señor Preciado debe ser sentida por los panameños, como si fuera un paisano el que se pierde. Y, en efecto, lo era por sus largos años de residencia, su cooperación en el progreso del país y su amor al terruño, en que levantó una familia, gala y ornato de la sociedad, hasta la cual hacemos llegar nuestras más sinceras expresiones de sentimiento.

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