Exhibiciones en el corazón del Parque Nacional Soberanía

Actualizado
  • 17/06/2021 09:09
Creado
  • 17/06/2021 09:09
Inmerso en el Parque Nacional Soberanía se ubica el único teleférico del país. Los visitantes pueden disfrutar de las diversas exhibiciones

Inmerso en el Parque Nacional Soberanía, a orillas del Canal de Panamá, en la provincia de Colón, se ubica el único teleférico del país. Utilizado desde el año 2000, este teleférico suizo de 18 cabinas o góndolas, ha transportado a miles de visitantes quienes al llegar al punto más alto quedan deslumbrados por la frondosa vegetación y la vista de cómo converge el río Chagres, el lago Gatún y el corte Culebra.

Para el recorrido con 1.5 kilómetros de extensión, en la primera estación, cada visitante recibe una audioguía en cinco idiomas: español, inglés, francés, alemán y chino mandarín. Son 60 minutos de conocimientos sobre las diversas variedades de plantas y fauna que coexisten en el lugar, así como de la historia del Canal.

La subida toma unos 15 minutos. Las góndolas con capacidad de hasta seis personas hacen su recorrido entre la vegetación; se puede observar variedades de ficus, árboles con flores y frutales, así como una variada gama de palmas y el árbol Panamá. Aunque es cuestión de suerte a esa altura, los visitantes pueden apreciar en la copa de los árboles tucanes, ahora con las lluvias; así como serpientes, boas constrictora y monos, entre ellos: aulladores, tití y capuchino, conocidos como cara blanca.

Sobre los árboles también se notan las bases de estructuras para aquellos que disfrutan de los deportes extremos, como tirolesa o canopy; mientras que otro grupo opta por el ciclismo de montaña e inician el descenso a través de senderos "trillos".

Una vez en la segunda estación, los visitantes caminan un pequeño sendero hasta la base de una torre de observación de 10 pisos (30 metros de altura) techada y de rampas, para facilidad de sus visitantes en silla de ruedas. La estancia en el área es de unos 30 minutos. Una vez en la cima a 150 metros sobre el nivel del mar, el visitante aprecia la comunidad Emberá a las orillas del río, las residencias del pueblo de Gamboa, que data de 1930 y el Canal de Panamá; mientras que a los lejos se observa la cementera de Chilibre y el puente Centenario.

Para el descenso la góndola toma otros 15 minutos. En ambas estaciones el responsable del área verifica el seguro de bloqueo de cada cabina, para evitar que alguna puerta se abra en el recorrido. Aunque hasta el momento, no se han suscitado accidentes, el personal del teleférico señala que las personas deben respetar el silencio y, aquellos que viajen con menores de edad por su seguridad deben procurar que estos vayan sentados, en calma y no en la puerta de la cabina.

EXHIBICIONES

El teleférico es uno de las exhibiciones que ofrece el Gamboa Rainforest Reserve, un hotel que además cuenta con un mariposario, ranario, gallinero y el también único santuario para perezosos del país, donde los animales lesionados son rehabilitados para un reinserción en la selva. También ofrecen actividades como senderismo, recorrido en kayak y canoa, entre otros.

En el mariposario cohabitan de 150 a 200 mariposas de 30 especies. Solo en Panamá existen 16 mil especies de mariposas. Los guías le explican a los visitantes que el consumo de una oruga de mariposa podría ser el equivalente a 700 hamburguesas diarias. 

En el ranario cohabitan 150 individuos de dos especies. La verde con negro, Dendrobates auratus, que es la más grande y la bocatoreña y pequeña 'red frog'. En su hábitat natural, la piel de la roja produce un poderoso veneno neurotóxico, que los indígenas utilizaban al cazar. No obstante, en el recinto no la produce, ya que le cambiaron la ingesta de insectos y al consumir Drosophila melanogaster, conocida como 'mosca de la fruta' y comúmente conocida "huele-huele".

Tampoco hay peligro de que escapen, ya que diseñaron un sistemas de paredes, que impiden que la misma pueda trepar tan alto. En el ranario habían tres variedades, pero la azul era muy territorial y fue excluida.

Las gallinas es una de las nuevas exhibiciones que ofrece el hotel, ya que las personas que no tienen acceso a una finca u granja, pueden ver más de cerca unas 100 gallinas ponedoras, de una raza mejorada procedente de franco-estadounidense y adaptadas al clima de Panamá. A diario las gallinas desovan más de 100 huevos orgánicos, los cuales son puesto a la venta.

En el área también opera, el único santuario de perezosos en Panamá. El recinto opera desde finales de año 2017, bajo la administración de la Asociación Panamericana para la Conservación (APPC) —entidad sin fines de lucro— que ha atendido a la fecha cerca de 5,500 animales silvestres. Cada año, el recinto recibe a unos 450 animales silvestres, de los cuales el 40%, es decir, unos 180 son perezosos entre adultos lacerados y huérfanos.

La mayoría es rehabilitado y regresa al bosque, tras ser afectados por la civilización con carros sobre el límite de velocidad, los tendidos eléctricos y los perros.

En Panamá hay tres especies de perezosos, pero la APPC solo ha atendido los de dos y tres dedos, ya que el Bradypus Pygmaeus, también de tres dedos, se ubica en el Escudo de Veraguas, en la Comarca Ngäbe-Buglé.

Durante una visita que realizó La Estrella de Panamá, Natalia Castillo, guía e interprete del hotel, explicó que antes de la pandemia, la mayoría de los visitantes que hacían el recorrido del teleférico eran turistas que llegaban a Panamá a través de los cruceros, y que ahora la demanda sobre todo los fines de semana, es de nacionales quienes asisten en familia, ya que perciben que al estar en un área abierta se reduce la posibilidad de contagios del nuevo coronavirus.

Aunque las exhibiciones cumplen con las medidas de bioseguridad, el personal del lugar se mantiene alerta para resguardar la seguridad de los visitantes manteniendo desde la burbuja familiar hasta invitarles a guardar las distancias e indicarles el uso de geles alcoholados.

Para captar el mayor número de visitantes, el hotel amplió el horario de visita, iniciando de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. Curiosamente, lo que más consultan los visitantes nacionales y extranjeros es sobre los animales del parque, el uso de algunas plantas medicinales y cuánto pagan en peaje los barcos que transitan por el Canal de Panamá.

En el recorrido Castillo comentó, que a los visitantes extranjeros lo que les genera mayor interés es saber más de la cultura panameña, que el propio recorrido. Para ella es reiterativo preguntas como qué come el panameño, qué les gusta hacer, "esas son sin duda las preguntas más frecuentes en cada recorrido", comentó Castillo mientras describía la historia del teleférico y acompañó cada una de las exhibiciones antes descritas.

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