Vasco Núñez de Balboa y Pedrarias Dávila: historia de una rivalidad

Actualizado
  • 03/10/2019 21:00
Creado
  • 03/10/2019 21:00
El historiador Omar Jaén, el expresidente Aristides Royo y el abogado y novelista Juan David Morgan analisaron críticamente la rivalidad entre estas dos figuras claves de la Conquista

Fascinante resultó ser la transmisión de Ser TV, este 23 de septiembre, del programa “La historia nunca antes contada entre Vasco Núñez de Balboa y Pedrarias Dávila”, grabación de un panel patrocinado por la Apede con motivo de la celebración del 5to centenario de la ciudad de Panamá.

Con la presencia de panelistas de lujo como el historiador Omar Jaén Suarez, el expresidente Aristides Royo y el abogado y novelista Juan David Morgan, y bajo la dirección del periodista Edwin Cabrera, se discutió la rivalidad entre los dos figuras más destacadas de la historia de la conquista panameña y el tratamiento y distinciones que las siguientes generaciones han dado a ambos.

La discusión partía del análisis de la tendencia a encasillar como bueno/malo, héroe/antihéroe a las figuras históricas, especialmente en el caso de Vazco Nuñez de Balboa y Pedrarias Dávila.

Al primero, como se sabe, se le ha colocado en un pedestal, como el héroe prometedor cuya vida fue tronchada en plena juventud. Al segundo, se le ve como el malo envidioso que asesina a su rival por celos y maldad.

Como consecuencia de esta mirada dualista, al primero se le ha investido con honores, se ha nombrado con su nombre a la avenida más hermosa de la ciudad de Panamá, - La Cinta Costera-, a la moneda, a una cerveza. Balboa es un héroe de leyenda y en las escuelas se enseña su nombre con respeto y reverencia.

“Tenemos una Balboamanía”, resumió Jaén Suarez.

En cambio, su contraparte, Pedrarias, es presentado como el viejo anticuado, ambicioso, envidioso, que mandó a matar al primero, motivado por celos de su apostura, popularidad y por el favor que había ganado ante el rey, quien lo nombró como Adelantado del Mar del Sur y Gobernador de Coiba, sostuvo Juan David Morgan.

La única distinción que ha recibido Pedrarias, dijo el expresidente Royo, es nombrar con su nombre una calle pequeña, “tal vez la más fea de la ciudad”.

Para sorpresa de todos los presentes, que no conocían este detalle, Royo señaló que la calle es la que pasa detrás de la escuela Sara Sotillo en Panamá Viejo y ni siquiera está señalizada porque hace unos años se le quitó el letrero porque chocaba con el muro de la escuela.

Hemos sido mezquinos con Pedrarias, que tuvo aportes importantes, sobre todo, como fundador de la ciudad de Panamá, dijo Royo, quien propone que se le asigne el nombre de Pedrarias Dávila a la Vía Cincuentenario, una fiesta de la que nadie se acuerda ya. Es la calle ideal, porque une a Panamá La Vieja con la sección nueva de la ciudad, dijo el expresidente.

Ejecución legal

“Pedrarias cometió una injusticia contra Balboa. El juicio sumario y ejecución de Balboa que mandó a hacer no eran legales”, dijo Royo.

Balboa era una especie de alcalde mayor, un líder popular. Pedrarias llegó en 1514 con la orden del Rey Fernando El Católico de hacer una pesquisa o investigación a Balboa a quien se había acusado de la muerte de Nicuesa y de expulsar al bachiller Enciso, pero no le correspondía a él la autoridad para juzgarlo o sentenciarlo a muerte, señaló Royo.

De acuerdo con Juan David Morgan, esta acción fue producto de una rivalidad fomentada por el mismo rey Fernando El Católico, quien nombró a Balboa gobernador de Coiba cuando ya estaba aquí Pedrarias con el nombramiento de Gobernador de Castilla del Oro.

“Allí empieza una pugna, que era natural entre el hombre nombrado por la Corona, un noble, un guerrero, militar afamado, y Balboa, que no era más que un aventurero”, señaló Morgan, quien no obstante, reconoce los méritos políticos de Balboa, amigo de los indios, que no tenía reparos en trabajar a la par con ellos, atravesando incluso como uno más el continente, con su perro Leoncico. “Balboa era popular, y Pedrarias nunca lo fue”, sostiene el abogado.

El también escritor añade más para el conocimiento de la historia: El defensor de Balboa, Juan de Quevedo, no pudo interceder por su protegido para salvarlo de la muerte, porque estaba en España. Fernando El Católico había muerto en 1516 y en España había un vacío de poder con respecto a las colonias. El nieto de Fernando, Carlos V, estaba en Flandes y tardó meses en llegar a España para asumir sus funciones.

Según Morgan, había otro motivo de rivalidad. Balboa había fundado Santa María la Antigua del Darién en 1510, la primera población en tierra en firme americana. Pedrarias les ordena trasladar la ciudad al Pacífico, a una ciudad fundada por él en una aldea de pescadores llamada Panamá. Los fundadores de Santa María la Antigua al principio rehusaron trasladarse porque temían perder sus intereses, sus cultivos, sus casas.

“¿Que hubiese sucedido si no se decapita a Balboa?”, pregunta Morgan. ¿Hubiera tenido la misma aceptación entre los panameños?”

Creación de un personaje

Ante una pregunta de Cabrera, Omar Jaén propuso una reflexión interesante:

“Los panameños no nos equivocamos al preferir a Balboa por encima de Pedrarias”, señaló.

Aunque reconociendo el mérito de la fundación de la ciudad que hoy en día es la capital del país y otras como Natá de los Caballeros, Pedrarias, señala Jaén, no deja de ser un héroe nacional, mientras que Balboa, como descubridor del Mar del Sur, el Océano Pacífico, es una figura universal.

Jaén explicó que no es casualidad que se hubiera reconocido a este español como figura representativa de la historia panameña: fue escogida tras un análisis histórico como representante de los valores del istmo, en un momento en que se abría el Canal y se celebraba el 400 aniversario del descubrimiento del Pacífico.

Para esta fecha, dice Jaén, ambas figuras habían sido olvidadas por los panameños, que vivían centrados en el presente y no solían hacer análisis históricos.

La figura de Balboa fue rescatada por el presidente Belisario Porras en 1914 y por los estadounidenses que construían el Canal.

Porras, una figura genial, en el concepto de Jaén, entendía muy bien, al igual que los estadounidenses, que la identidad nacional y el patriotismo podrían ser beneficiados con la construcción de un imaginario que incluyera figuras históricas, edificios y otros símbolos.

Con motivo de las festividades de 1914, Porras no solo creó La Exposición, un barrio moderno que no ha sido igualado sino cien años después con Costa del Este, con aceras amplias, calles amplias. Según Jaén, fue Porras quien en cierta forma reinventó este personaje y lo propone al mundo.

Los norteamericanos también hicieron lo mismo. El puerto de La Boca fue renombrado como Balboa y con el mismo nombre se identificó un barrio en el Sur de Los Angeles.

A la par de la Exposición Universal de San Francisco, cuyo tema fue el Canal de Panamá, en Oakland, California, se organizó una gran conferencia de los historiadores americanos para discutir el tema del Pacífico. Balboa era el personaje central de la trama del Pacífico. Era un español, convertido en un héroe universal, al dar cuenta a los españoles y a Europa de la existencia de otro mar, el Mar del Sur.

“Allí radica la importancia de Balboa. Los panameños no nos equivocamos. Hemos olvidado al fundador de la ciudad de Panamá, pero no nos hemos equivocado en distinguir a Balboa de tal forma porque es el personaje que nos une a la historia del Pacífico, y a su vez, con la historia universal”.

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