Vuelve la política del “mazo” a Palacio

Actualizado
  • 17/01/2010 01:00
Creado
  • 17/01/2010 01:00
PANAMÁ. Los últimos actos del presidente de la República, Ricardo Martinelli, parecen revelar una nueva estrategia en el gobierno, que b...

PANAMÁ. Los últimos actos del presidente de la República, Ricardo Martinelli, parecen revelar una nueva estrategia en el gobierno, que busca contrarrestar con acciones efectistas las críticas que han surgido en distintos sectores sobre el manejo que su gobierno le ha dado a la justicia y otros temas.

De la misma forma como el gobernante irrumpió en la marina del empresario Jean Figali con un mazo en la mano en los primeros días de su mandato, lo hizo en días pasados en el colegio Homero Ayala, en Juan Díaz, donde desempeñó las veces de obrero.

El Presidente, seguido por las cámaras, derribó varios pedazos de muro en las remodelaciones del plantel y con un rodillo pintó de color celeste la mitad de una pared. "Solo tenemos hasta el 8 de marzo, pero el mantenimiento será continuo para que tengamos todas las escuelas en óptimas condiciones", dijo Martinelli ante numerosos espectadores y los representantes de los medios de comunicación.

Su retorno a la estrategia de asumir personalmente la solución a problemas que son sensibles a la población, según algunos analistas, busca minimizar el efecto que han tenido en la popularidad del presidente las crítica surgidas por lo que se ha calificado como presiones para controlar el Órgano Judicial, a raíz de la solicitud del procurador encargado de la Administración, Nelson Rojas, a la Corte Suprema de impedir la salida del país de la procuradora Ana Matilde Gómez y separarla del cargo. El Consejo Nacional de la Empresa Privada y el Partido Revolucionario Democrático (PRD) acusaron al Ejecutivo de intervención indebida y le reclaman independencia.

Por otro lado, algunos medios empezaron a hablar de los presuntos beneficios a los familiares del mandatario por los bordados institucionales en camisas, del silencio por las irregularidades en el FIS y hasta califican como “político” el caso contra el ex presidente Erenesto Pérez Balladares, lo cual habría provocado un descenso de la popularidad de Martinelli en los últimos sondeos.

Críticos del gobierno como el economista Juan Jované aseguran que el presidente se dedicó a promover su agenda social para eludir los cuestionamientos. Poco después de los comentarios contra él, Martinelli acudió a la apertura de la oferta para el proyecto habitacional de Curundú, valorado en 78 millones de dólares. Cuando se habló de una cruzada civil para apoyar a la Procuradora anunció la entrega de un bono escolar de 20 dólares, libros y mochilas gratis para los estudiantes. Además lanzó una millonaria inversión de más de $210 millones para Chiriquí y el jueves pasado sacó tiempo para visitar en el hospital a un joven afectado por el accidente del bus en la Cinta Costera.

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