¿Debilidad panameñista en Bocas del Toro?

PANAMÁ. Los acontecimientos que se produjeron entre el 5 y el 13 de julio en Bocas del Toro podrían haber detonado algo más que la protesta social, a la cual se agregaría la cuestión política.

En principio, la situación parecía bajo control. La presencia de Juan Carlos Varela en Changuinola apaciguó los ánimos; pero el viernes último, Víctor Torres, quien se identifica como jefe del directorio provincial del Partido Panameñista en Bocas del Toro, hizo saber que tiene una postura distinta a la de la dirigencia del colectivo, respecto a la Ley 30.

‘No estamos apoyando esta ley’, aseguró Torres a La Estrella. ¿La razón? ‘Para nosotros, la Ley 30 es negativa, por eso estamos exigiendo que sea derogada’, indicó.

Torres, incluso, dijo que su postura es ‘de conocimiento’ de la dirigencia nacional del panameñismo, incluyendo a Varela, su presidente.

‘Le estamos haciendo un llamado al partido para que revise su actuación respecto a esta norma’, precisó Torres.

¿Será éste un síntoma de debilidad política del panameñismo en Bocas del Toro?

El diputado Adolfo Valderrama considera que no, y además, asegura que Torres participó el pasado 6 de agosto de un conversatorio que sostuvo con dirigentes panameñistas en esa provincia, como Carlos Serrano, presidente provincial; Samuel Mijar, delegado provincial; y otras figuras del partido en el área, como Alcides Moreno.

‘En esta reunión participó, además, el viceministro Luis Ernesto Carles, quien como integrante de la comisión especial de la mesa del diálogo que revisará toda la Ley 30, hizo todas explicaciones acerca de la forma como se hará el trabajo de revisión de esta ley’, explicó el diputado.

Mostró extrañeza y sorpresa al conocer de la posición de Torres. ‘Las bases del panameñismo en Bocas del Toro y en todo el país quieren paz y tranquilidad. Por eso, apoya el diálogo’, aseguró Valderrama.