'No hay que criminalizar a la política'

Actualizado
  • 03/12/2020 00:00
Creado
  • 03/12/2020 00:00
El director regional de IDEA Internacional, Daniel Zovatto, habla de los desafíos para América Latina ante un nuevo ciclo electoral. La oficina regional se mudará a Panamá

El director regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional, Daniel Zovatto, asegura que América Latina se juega un papel importante para la siguiente década. La región, en caso de no hacer las cosas correctas, arriesgaría a tener una década perdida en lo económico, retroceso en desarrollo humano y un deterioro de la democracia.

El Tribunal Electoral y el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral firmaron un convenio de colaboración.

El desafío que enfrenta la región no debe llevar a un pesimismo paralizante, por el contrario, se deben enfrentar los desafíos. Reformar los contratos sociales, constituciones, son cosas positivas que bien aprovechadas pueden quedar de la pandemia.

¿Qué es el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional)?

Idea Internacional es un organismo internacional intergubernamental que lo conforman 36 países en todo el mundo. Tenemos varias oficinas en el mundo. Hay un proyecto en Panamá, país que ingresó al organismo en 2018. La organización tiene oficinas regionales para África, Europa, Asia y América Latina. El mandato de Idea Internacional es doble. Por un lado es fortalecer la democracia a nivel mundial y mejorar la calidad de la democracia. Por otro lado, contribuir al fortalecimiento para mejorar y fortalecer la integridad de los procesos electorales.

¿En qué consiste el acuerdo firmado entre el Tribunal Electoral e Idea Internacional?

La oficina regional de Idea Internacional, que está en Santiago de Chile, la vamos a trasladar a Panamá y estará dentro de las instalaciones del Tribunal Electoral (TE), porque venimos teniendo una relación de colaboración y cooperación, incluso mucho antes de que Panamá ingresara al grupo de Idea Internacional. El TE es uno de los socios estratégicos más importantes de América Latina, y nos parece importante fortalecer y consolidar, desde Panamá y desde el TE, la democracia. Además de poner en marcha un centro de excelencia para trabajar en el ámbito regional.

¿Por qué trasladarán la sede de la oficina de Idea Internacional de Chile a Panamá?

La primera sede estuvo en Costa Rica y luego la trasladamos a Chile. En Santiago de Chile tendremos una oficina subregional que se encargue del trabajo de Chile y los países del cono sur. La razón por la que trasladamos la oficina de Chile a Panamá es porque Panamá ofrece una ventaja geográfica, como es la conectividad. Desde Panamá podemos desplazarnos a todos los países de América Latina en un tiempo corto y con una buena conectividad. Estamos agradecidos con el Gobierno de Chile por la hospitalidad durante los últimos cinco años.

¿Idea Internacional llega en un momento en que en Panamá la Comisión Nacional de Reformas Electorales analiza los cambios al Código Electoral para las elecciones de 2024?

Es una buena práctica que tiene el TE y que hemos aconsejado a otros organismo electorales de la región, y fuera de la región, que se imite esta buena práctica. Lo que hace Panamá es una evaluación de qué funcionó para fortalecerlo, de qué no fue tan bien y qué ajustes necesita la ley electoral para poder mejorar los procesos electorales. Anteriormente acompañamos al TE en este proceso de reforma permanente. Como lo fue en el tema de regulación de financiamiento de los partidos políticos y campañas electorales. Además, poder relacionarse y vincularse en las redes sociales y su impacto en las campañas electorales. Fortalecer la mayor participación de las mujeres en la política para una equidad de género.

Usted ha hablado de tres temas: financiamiento, redes sociales y paridad de género. Se presentó una propuesta de financiamiento 100% público, pero se rechazó.

Hay diferentes formas para financiar los partidos políticos y las campañas. En algunos países se llama mixto, que comprende privado y público. Cuánto de privado y público se le destinará a las campañas, eso lo determina cada país en función de su tradición. Cuánto financiamiento público debe ir a las campañas electorales y fortalecimiento para los partidos políticos para coadyuvar a institucionalizar para que los partidos tengan democracia interna, para que destinen dinero para formar sus cuadros. Cómo ayudar a la paridad de género, cada país debe determinar. Cada país debe tomar decisiones en relación a su contexto. En el caso de Panamá cumplen muy bien sus funciones cuando ponen sobre la mesa sus propuestas que luego el congreso, la Asamblea y los políticos pueden hacer caso a las sugerencias del TE o hacer algunas modificaciones. Soy partidario de inyectar al proceso político electoral una buena cantidad de recursos públicos, que no es un gasto. Es una buena inversión, pero para que estos recursos públicos sean vistos como inversión y no gastos, deben estar bien regulados, definidos y muy adecuados para mayor institucionalidad de los partidos políticos, democratización, mayor democracia interna, mayor paridad de género y formación de cuadros, en eso es una buena inversión.

En el tema de financiamiento electoral se busca evitar que el partido que gane esté comprometido...

El financiamiento público juega un papel importante para que la cancha de competencia electoral esté bien nivelada. Hay veces que el gobierno tiene esa ventaja y hay veces que un partido de oposición tiene esa ventaja porque está cerca del sector privado. Los objetivos y los resultados están en buscar con el financiamiento público, primero equidad, para que no exista cancha inclinada. Te doy dinero, se les dice a los partidos, pero para democratizar, modernizar, capacitar e institucionalizar. Además, más transparencia y rendir cuentas por ese dinero público y el dinero privado. Un buen sistema es el que combina una buena cantidad de dinero público como inversión y no como gasto y combinado con parte del privado, pero debe estar bien regulado, tope para contribuciones, topes para los partidos políticos y debe estar acompañado con un buen sistema de rendición de cuentas, sanción y fiscalización.

¿Pero qué se puede hacer?

Hay que diseñar un sistema de financiamiento que debe estar vinculado con la integridad del proceso político. Debe estar ligado a los temas de la lucha contra la corrupción, porque parte del financiamiento privado entra a las campañas y los partidos, para cuando estén en los gobiernos pagar los favores en obras públicas, quitar impuestos y protección. Se debe tener una buena normativa, que el tema del financiamiento político venga de una parte más amplia de un sistema, en conjunto con la lucha contra la corrupción, el lobby, el conflicto de interés, es allí cuando debes diseñar un buen marco para protegerte del tema de corrupción.

¿Cuál es su análisis de la situación que se vive en América Latina?

América Latina ha tenido desde 2018 y 2019 importantes déficits y desafíos. El año pasado una serie de protestas sociales empezó a serpentear por la región. Empezó en Puerto Rico, luego siguió por Haití, Honduras, Ecuador, Colombia, Chile, Perú, en Bolivia... Al llegar la pandemia ha traído más complejidad política y el apoyo a la democracia estaba ya cayendo. La desconfianza de la ciudadanía con las élites políticas. Todo eso demostraba que la democracia estaba pasando por desafíos, turbulencia y malestar políticos, La pandemia vino a agravarla. Las medidas que se han tomado para hacer frente al tema. Este año la economía. Un aumento de la desigualdad e informalidad. Todo es un caldo de cultivo que en ciertos países se agudiza para la inestabilidad política. Esto coincide con el súper ciclo electoral y si los países no lo pueden controlar... Creo que la región se arriesga a tener una década perdida, más desempleo. Todo eso puede ser caldo de cultivo para crear regímenes autoritarios.

¿Existe el temor de que salga un mesías para resolver los problemas?

Es un gran desafío y amenaza para un nuevo ciclo electoral. Antes de la pandemia en América Latina habíamos tenido propuestas de tintes populistas y antisistema. Lo vimos en El Salvador, México y Brasil. Si la región no encuentra un liderazgo responsable que logre encauzar este marcado malestar social que aqueja a nuestras sociedades, puede generar más fragmentación y populismo. Los desafíos de la democracia en América Latina son mayúsculos, pero no estamos condenados a que nos vaya mal. El destino está en nuestras manos.

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