El fallecimiento en 1960 del jurista Augusto N. Arjona Q

Actualizado
  • 22/06/2021 00:00
Creado
  • 22/06/2021 00:00
Nota del Editor: La Estrella de Panamá recogió en su portada del día 21 de diciembre de 1960 una extensa nota ante el fallecimiento del distinguido ciudadano y abogado Augusto N. Arjona Q., quien sirvió como magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Las sentidas muestras de pesar revelan la importancia de su impronta en la vida nacional

En el día de ayer dejó de existir en esta ciudad el distinguido ciudadano, Licenciado Augusto N. Arjona, insigne jurista, quien sirvió por muchos años tanto en el ramo de educación como en el Poder Judicial, dando claras muestras de su consagración y amor al trabajo.

El fallecimiento en 1960 del jurista Augusto N. Arjona Q

El Licenciado Augusto N. Arjona nació el 10 de enero de 1898 en Pesé, Provincia de Herrera, Hijo de don Aristides Arjona y Abigail Q. de Arjona. Se graduó de Bachiller en Humanidades y Licenciado en Derecho en el Instituto Nacional. Fue Profesor de Español y Música en el Instituto Nacional.

Ejerció los cargos de Juez Municipal, Juez de Circuito, Vice-Ministro de Gobierno y Justicia y Magistrado de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.

De su primer matrimonio enviudó de Silvia Vergara y contrajo segundas nupcias con Manuela Bermúdez, hija de Rodolfo Bermúdez y de Julia Icaza de Bermúdez. Del primer matrimonio sobrevive una hija que reside en los Estados Unidos de nombre Silvia Elena.

A su regreso de Europa sintió con mayor manifestación el mal que lo aquejaba por cierto tiempo.

El entierro de este meritorio ciudadano se realizó ayer en horas de la tarde siendo muy concurrido, por sus numerosas amistades, quienes le acompañaron a su última morada, en donde el señor, Licdo. Carlos Rogers, designado por el Club de Leones pronunció la oración fúnebre que a continuación ofrecemos:

Señores y señoras. Compañeros:

Hoy ha finalizado el ciclo de la vida del compañero Augusto N. Arjona Q., y con su desaparición física se inicia para él una nueva vida en el eterno mundo del recuerdo.

Cuando en el decursar del tiempo nos toca ser testigos impotentes de la inexorable ley de la vida, sentimos la amargura de pensar que todo el cúmulo de los esfuerzos y ejecutorias del desaparecido, no han sido caudal suficiente para preservar su presencia física entre nosotros.

“Cuto” Arjona, bien puede sentirse orgulloso de lo fructífera de su actuación en esta vida. Con dedicación, esmero y amplia responsabilidad, sirvió a la Patria desde distintas posiciones.

Así lo vimos ser Profesor de Música, y en ejercicio de su profesión de Abogado, arribar en la judicatura nacional, a la posición más alta que ésta pueda brindar a un ciudadano, la Magistratura en la Corte Suprema de Justicia. Por otra parte, nosotros tuvimos la hermosa oportunidad de apreciar sus dotes personales en diez años de Leonismo cuando sirvió como Director del Club y como Presidente de los Comités de Educación y Estatutos y Reglamentos.

Se dijo en los funerales de un antiguo hombre público, que las bondades de un hombre desaparecen junto con su cadáver. Quizás en aquel tiempo esa expresión pudo tener vigencia. En lo que se refiere a este doloroso presente que hoy vivimos, tal cosa carece por completo de veracidad.

Cuto: Nosotros los compañeros, con el corazón adolorido por tu partida, le juramos guardar el recuerdo emocionado de tu estadía entre nosotros. Que nuestras plegarias y el cariño sincero que te hemos profesado, te sirvan de sudario para hacer menos frío el abrazo con que le recibe nuestra madre tierra.

Hasta vernos en el desierto infinito del más allá, los que acá quedamos te decimos: ¡Hasta luego!

La Estrella de Panamá, que siempre tuvo en alta estima las cualidades de ciudadano ejemplar del Licenciado Augusto N. Arjona, consigna en estas páginas su más sentido pésame a su hija Silvia Elena, a sus hermanos Laura Arjona de Alemán, Enriqueta de Hammer, Abigail de Fábrega, Alicia de Carter, Emelia de Calvo, Julia y Marco A. Arjona. Sus sobrinos Alfredo Alemán Jr., Margarita Arjona de Vallarino y demás familiares.

A continuación, damos a conocer dos resoluciones expedidas con motivo del deceso del Licenciado Arjona, una por el Primer Tribunal Superior de Justicia y la otra por el Club de Leones de Panamá.

Acuerdo Número 41

En la ciudad de Panamá, a los veinte días del mes de diciembre de mil novecientos sesenta, se reunieron en Sala de Acuerdo los señores Magistrados del Primer Tribunal Superior de Justicia, con asistencia del suscrito Secretario.

Abierto el acto, el Magistrado Everardo Urriola presentó el siguiente proyecto de Acuerdo que resultó aprobado por unanimidad.

“El Primer Tribunal Superior de Justicia.

Considerando:

Que en el día de hoy falleció en esta ciudad el Dr. Augusto N. Arjona, ex Magistrado de la Honorable Corte Suprema de Justicia,

Que el extinto desempeñó los cargos de Juez de Circuito, Profesor de Estado y Magistrado, sirviendo todos ellos con singular devoción por las disciplinas jurídicas;

Que por sus limpias ejecutorias públicas, se granjeó de sus conciudadanos el respeto y la consideración;

Acuerda:

Lamentar el fallecimiento de la pérdida irreparable y presentar sus virtudes como ejemplo edificante a los miembros del Órgano Judicial:

Enviar a sus deudos, por Secretaria y con nota de estilo, una copia autenticada del presente acuerdo,

Así termino el acto.

El Vicepresidente, (Fd.) Octavio Villalaz,

El Magistrado, (Fdo.) César A. Sibauste,

El Secretario, (Fdo.) Targidio A. Bernal G.

Es fiel copia de su original, Panamá, 20 de diciembre de 1960.

El Club de Leones de Panamá, lleno del más profundo pesar con motivo del fallecimiento del querido compañero León Augusto N. Arjona Q., quién hizo labor muy meritoria dentro de la institución y fue un digno ciudadano de la República,

Resuelve:

1. Dejar constancia pública de la congoja que tan luctuoso acontecimiento le ha ocasionado;

2. Asistir en cuerpo a los funerales y enviar a ellos un tributo floral;

3. Designar al León Carlos A. Roger para que lleve la doliente voz del Club en el momento del sepelio, y

4. Remitir nota de sincera condolencia a la Leona viuda y demás deudos del extinto.

Expedida en Panamá, a 20 de diciembre de 1960.

El Presidente, Ricardo Arturo Meléndez.

El Secretario, Guillermo Cocher

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