• 30/08/2008 02:00

Gringos y la remilitarización

En días pasados se reporta en un diario de la localidad que el vocero de la embajada estadounidense negaba injerencia de su gobierno en ...

En días pasados se reporta en un diario de la localidad que el vocero de la embajada estadounidense negaba injerencia de su gobierno en el intento, del segundo Torrijos, de remilitarizar las estructuras policiales panameñas.

Los gringos desarmaron nuestras fuerzas armadas a inicios de la República. Ya para los años 30 del siglo pasado, los Estados Unidos, luego de la revolución de Acción Comunal en que ciudadanos pobremente armados toman el control político del Estado, iniciaron una carrera hacia la militarización de nuestro cuerpo armado, bajo la supuesta intención de no tener que intervenir como lo hicieron por la Lucha Inquilinaria o la disputa de tierras en Chiriquí.

La situación generada por Acción Comunal pudo hacer que los gringos volvieran a intervenir, de no haberse dado una transición “constitucional” al reemplazar, el Primer Designado, a la sazón embajador en Washington, al presidente depuesto.

En los últimos años de la década del 50, previendo la agitación por reivindicaciones populares, impulsan la trasformación de Policía a Guardia Nacional, instrumento militarizado.

Más adelantada o más atrasada iba la misma política en el resto de nuestra América, con la excepción de Costa Rica que, en 1948, visionariamente deshacen su ejército y con orgullo nacional lo han mantenido hasta esta fecha, a pesar de todo intento de los EUA y sus aliados internos por militarizar ese cuerpo.

Llegando a estos tiempos, en el país de la mentira y la farsa, los militares enquistados en el gobierno, junto a funcionarios con espíritu subalterno a los EUA, montan las acciones hacia la remilitarización de nuestras estructuras policivas, que según Sundwall, vocero de la embajada gringa, no llevan su participación.

Alguien falta a la verdad, porque en entrevista que tuve a principio del año con Bryan Naranjo, agregado político de esa embajada, reunión que se dio a iniciativa suya para conocer posiciones nuestras expresadas a través de MAPA, ante reclamo directo mío sobre que ellos -los gringos- estaban reviviendo el militarismo en Panamá al impulsar la fusión del servicio Marítimo y el Servicio Aéreo, me comentó que la iniciativa no era de ellos y que solo asesoraban esta unificación. Para esto la sapiencia vernacular nos dice que “tan culpable es el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”. Siguió comentándome sobre lo que ellos interpretan nuestra debilidad ante el embate de los terroristas, narcotraficantes y crimen organizado y que por eso había que fortalecer el Servicio de Fronteras, lo que también tuvo mis reservas.

Lo que se produce en Panamá es la simbiosis entre la política gringa de tener en Latinoamérica militares con los cuales puedan interactuar, como con los jueguitos de guerra Panamá 2008, por una parte y, por la otra, la ambición de los herederos de la dictadura que quieren perpetuarse en el poder para pelechar de las mieles de los megaproyectos y otros no tan mega, pero jugosos, porque son individuos que están acostumbrados, desde el primer Torrijos, a hacer fortunas a costilla del erario o de las coimas que, empresarios inescrupulosos, les ofrecen por favorecerlos.

El futuro de la débil democracia está en peligro?

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