• 02/09/2008 02:00

La gravedad de lo no tradicional

Cuando Isaac Newton vio caer la manzana desde un árbol, el mundo cambió, porque corroboró su teoría relacionada con que los cuerpos cele...

Cuando Isaac Newton vio caer la manzana desde un árbol, el mundo cambió, porque corroboró su teoría relacionada con que los cuerpos celestes giran alrededor del sol por la gravedad que los atrae.

Siglos después en Panamá, un candidato presidencial atrae los votos de los panameños hastiados del bipartidismo que ha dejado ruina y miseria entre muchos. Ricardo Martinelli es esa gravedad que atrae a miembros del partido gobernante y de oposición, de Cambio Democrático, independientes y jóvenes, pues no es un político tradicional, sino que representa el cambio.

Ex director de la Caja del Seguro Social (CCS) y ex ministro de Asuntos del Canal, fue el motor de las mejoras a la entidad de salud. En el desaparecido ministerio, Martinelli fue quien empujó el proyecto de ampliación del Canal, que hoy otros toman como su programa. El también empresario, no necesita hacer fortuna, porque la tiene. Pero está dispuesto a servir. Anda pisando callos de los grandes que tienen compromisos bipartidistas y que se repartieron el pastel desde hace 40 años y no logran solucionar los problemas del país. Desempleo, inseguridad, corrupción, una calidad educativa de la edad de piedra, un transporte pésimo y falta de medicinas, entre otros.

Los detractores de Martinelli ya empezaron a disparar las primeras balas para neutralizarlo, porque saben que acabará con la fiesta existente desde hace 40 años. No escatimarán esfuerzos para desprestigiarlo a toda costa, porque entraron sin dinero a la administración pública y ahora se pasean en sus flamantes automóviles lujosos.

A pesar de las futuras propagandas negras, Martinelli es la gravedad que atrae lo votos de quienes ponen sus esperanzas en alguien que conoce los problemas del campo, del desempleado y de otros ciudadanos que siembran su esperanza, con el fin de cosechar un país mejor.

Un candidato que conoce cómo funciona la economía y ha tenido éxito en levantar un imperio comercial después que cayó con el saqueo de 1989, es la persona ideal para ocupar la Presidencia, porque sólo tiene compromisos con el pueblo. Él prefiere poner en la mesa primero los problemas del pueblo, para resolverlos, no los intereses de los partidos políticos comunes. Alguien que nos ha prometido derogar todas esas leyes que crean otra vez el militarismo y piensa en el desarrollo del país con la construcción de cinco nuevos aeropuertos para que los turistas no pasen trabajo si quieren llegar a Pedasí, también que propone que los hospitales sean entregados a los patronatos para evitar que los recursos se malgasten.

Ricardo Martinelli es la gravedad que atrae los votos, porque este es un país que dice basta ya de tanto nepotismo, corrupción e ineficiencia gubernamental.

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