• 17/12/2008 01:00

¿Crédito?... Una opinión

“La codicia trae consigo voluntad determinada de hacer el mal”, Juan de Mariana.. El vocablo crédito tiene varias acepciones, y aunque ...

“La codicia trae consigo voluntad determinada de hacer el mal”, Juan de Mariana.

El vocablo crédito tiene varias acepciones, y aunque el usual alude a las deudas adquiridas, para los efectos de la sociedad, éste atañe al aspecto moral, a la reputación de alguien, que puede ser buena o mala atendiendo al cumplimiento de sus obligaciones. En Navidad conviene considerar lo siguiente: Meses atrás, tratando de concretar una operación crediticia, me llevé la gran sorpresa, existía un impedimento, que, según el informante, debía resolver pronto, para evitar recargos u otras dificultades al efectuar una transacción similar ante cualquier institución o empresa, porque actualmente — me dijo — es requisito indispensable investigar la solvencia crediticia de los solicitantes; además debía pagar para destrabar el trámite. No podía creerlo, pero mi nombre aparecía en la Asociación Panameña de Crédito (APC) en virtud de una supuesta morosidad con la empresa Cable and Wireless!

Jamás imaginé semejante poder coercitivo; pero, dado que tenía la certeza de no deberle un solo centavo a esta empresa, en cuyo patrimonio, como panameño, debo tener parte, pues los inversionistas adquirieron solo el 49% de las acciones del INTEL, dispuse no pagar y asumir las consecuencias, pero no fue fácil, decidí que, en el improbable caso de no encontrar otra alternativa, antes de pagar cualquier suma, por mínima que fuera, tendría que concluir una campaña de difusión pública, dando a conocer algunos abusos, las razones de esa particular iniciativa, y recolectar los centavos necesarios para cubrir “la deuda”, en mala hora consignada. Y aunque a la fecha no he recibido copia de la nota que me prometieron enviarían a la APC, prevaleció la sensatez, puesto que el trámite llegó a feliz término sin más contratiempos.

Luego supe que cualquiera que aparezca en dicha lista no puede comprar nada a crédito ni siquiera abrir una cuenta corriente, y además, lo increíble, aunque salde el monto estipulado, su nombre permanecerá durante 7 años!, tiempo durante el cual, además de los impedimentos citados, cualquier informe requerido incluirá dicho antecedente. Sorprende la extrema ligereza con la que algunos estafadores, modernos filibusteros, en abierto contubernio con quienes comparten el criterio de inocuidad de tales prácticas, juegan con la honra de los consumidores; ignorando que para la inmensa mayoría de los ciudadanos, el principal, sino es que el único, de los bienes patrimoniales es la honra; pero lo más recriminable es la permisividad de un Estado ausente, que sumido en su incompetencia es incapaz de defender los derechos fundamentales de sus representados.

Estos especuladores, disfrazados de inversionistas, sobre todo en empresas financieras, de servicios y otras tantas, con el insaciable afán de lucro inventan las más disparatadas triquiñuelas, con tal de obtener dinero, y hay de aquel que pretenda rechazar el abuso, porque le caen con todo el rigor del andamiaje “jurídico”; para que el mensaje quede claro; el saqueo, legalizado y consentido debemos aceptarlo, independientemente del costo y para quienes incumplan, la asociación desacreditadora se encarga de ajusticiarlo, para que jamás intente adquirir bienes o servicios sin entregar la reglamentaria cuota de sangre. ¿Reconocerán que la infinita codicia generó la mayor crisis de la historia que azota al planeta, con más miseria y sufrimiento?; ¿resolverá algún gobierno?, ¿rectificarán algún día? ¿Usted qué opina?

-El autor es médico y analista político.lesant@gmail.com

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