• 04/01/2009 01:00

La nueva revolución cubana

Pertenezco a la generación que nació y creció escuchando hablar de la Revolución Cubana. De niño, en algún momento llegué a creer que en...

Pertenezco a la generación que nació y creció escuchando hablar de la Revolución Cubana. De niño, en algún momento llegué a creer que en ese país hasta comían gente, sobre todo a aquellos que más que estar en contra de la misma eran afines a su contraparte política e ideológica, los Estados Unidos. Y como quiera que también soy del grupo de panameños que creció viendo la presencia de las tropas de ese país en el nuestro, creía que los enemigos de ellos también lo eran del nuestro.

Tengo que decir, también, que me tocó vivir desde los 8 a 29 años de edad la dictadura que tuvimos en Panamá, aunque sus mentores (militares, civiles y hasta los gringos) le llamaban Proceso Revolucionario o la Revolución de Octubre hasta con su Día de la Lealtad. Con el paso del tiempo, la experiencia acumulada, y más importante aun, con la educación adquirida, concluyo en que lo que aquí hubo, tal vez, fue una caricatura de revolución muy distinto de lo que pasó en Cuba.

No comparto ideológica y políticamente nada con el régimen cubano, pero siento un profundo respeto por lo que han hecho. Debo reconocer que si dicha revolución no hubiera tenido a cuestas varias víctimas fatales, conculcación de derechos humanos y el ateísmo que promueve el marxismo, probablemente yo fuera un simpatizante de la misma.

He tenido la suerte de estar dos veces en Cuba y así poder confirmar lo que ya yo sospechaba. Ese es un pueblo que tiene dignidad, creatividad, educación y talento, entre otros tantos atributos y es por ello que estoy convencido de que ellos mismos, como pueblo, estarán asistiendo a otra revolución concebida y construida desde su propia perspectiva. Dudo mucho que los hermanos Castro y sus colaboradores no sepan eso, muy por el contrario, creo que están muy conscientes de esa realidad. Tú no puedes haber trabajado para que en el pueblo cubano haya 0 (cero) analfabetismo y pretender que en virtud de acceder al conocimiento no haya un juicio crítico y deseos de cambios, para mejor, de esa misma población que recibió dicha preparación y formación.

Deseo que para que lo anterior ocurra Estados Unidos reconozca que se equivocó, no en el plano político e ideológico, sino en el desafortunado bloqueo económico que le impuso a la isla.

Los Estados Unidos, como cualquier otro país (más aun si es una potencia), tiene todo el derecho a tener su propia visión ideológica del mundo y eso también se respeta, pero creo que también han comenzado a entender que no es a través de las imposiciones que se logran objetivos en política exterior. Tenemos la obligación, como seres humanos, de respetar el que otros piensen distinto a nosotros para que a partir de ese respeto podamos convivir en este mundo.

El tiempo sigue pasando y a medida que pasa los pueblos cada vez más le dan más y mejores lecciones a las clases políticas en todas partes del mundo.

Los resultados electorales que se siguen dando por todas partes son un claro mensaje de la voluntad de hacer las nuevas revoluciones y eso no lo puede detener nadie, ni nada. Para los que creemos en Dios, ese es un mensaje claro.

-El autor es profesor.ecabrera@wpanama.com

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