• 16/01/2009 01:00

Política: el lado positivo

Cuando se habla de política, muchos piensan que todo huele mal, casi sinónimo de corrupción; sin embargo, la política, conocida como el ...

Cuando se habla de política, muchos piensan que todo huele mal, casi sinónimo de corrupción; sin embargo, la política, conocida como el arte de hacer posible lo necesario — definición del pensador político Charles Mourras (1868-1952) — tiene también su lado positivo para los que tienen ilusión o la quieren tener, para los que creen en un futuro mejor, para los que apoyan la paz, para los que creen en una educación pública y de calidad, para los que luchan por las libertades, para los que creen en los principios, para los que tienen valores, para los que creen en la democracia, para los que no toleran la imposición, para los que creen en los derechos, para los que miran al futuro, para los que velan por el bienestar, para los que sufrieron por la libertad, para los que piensan en todos.

De ahí la importancia de que exista mayor participación política de personas íntegras con sólidos principios éticos que desean hacer un cambio, así como la importancia de que el próximo 3 de mayo se vote por los mejores candidatos.

En este sentido, pese a que los distintos candidatos a cargos de elección popular utilizan las estrategias que tienen a bien para captar el voto de los electores, ya sea, mediante uso de propaganda publicitaria en los distintos medios de comunicación, la colocación de vallas — en las que pronto nos veremos inundados, afectando cada día el ambiente visual —, el patrocinio de equipos deportivos, el ser abanderado en alguna fiesta, el visitar cuanta feria, patronales y hasta velorios existan, entre muchas otras alternativas para darse a conocer, destacándose en la actualidad, muy de moda, la participación de candidatos en programas de opinión pública o de debate político, donde algunos de éstos están carentes de un verdadero contenido de fondo y más bien se convierte en “chismes políticos”, hay que observar la otra cara de hacer política, especialmente cuando se trata del interior del país, donde existe un contacto más directo con la comunidad, pues es muy común que la gente solicite directamente al candidato — y de la que tampoco se escapan ciertos lugares de la capital — ciertas cosas a cambio, destacándose los materiales de construcción (cemento, bloques, etc.), constituyéndose en una mala práctica por el hecho de que podría considerarse una compra de conciencia o del voto.

No obstante esta forma de hacer política, también tiene su lado positivo, cuando he podido apreciar, gracias a un recorrido que hice con el diputado Arturo Araúz en los distritos de Chame y San Carlos, especialmente en el pasado concurso de muñecos “Judas” que se queman en la despedida del “Año Viejo”, que al entregarse bolsas de comida a la gente le cambiaba el rostro por una alegría indescriptible, porque de seguro muchos de ellos no podrían disfrutar un momento de alegría, como tal vez tengamos algunos de nosotros, la noche de espera del año nuevo.

Ojalá los distintos candidatos y futuras autoridades, se despojen un poco de lo que tienen y ayuden al prójimo, no sólo para esta temporada política — electoral, sino todo el año, tal como ha venido haciendo el candidato presidencial Ricardo Martinelli al entregar becas de estudios, porque considero que es en la educación donde está la esperanza del cambio.

-El autor es abogado.nanchy@hotmail.com

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