• 30/01/2009 01:00

El estómago político

En secuencia sobre los temas como “El secreto del voto” y “Los intestinos electorales” es prudente continuar ahora que se avecina la ava...

En secuencia sobre los temas como “El secreto del voto” y “Los intestinos electorales” es prudente continuar ahora que se avecina la avalancha electoral polarizada. La lógica indica que la tercera fuerza restará votos a los promovidos oficiales, ahora preocupados por la última alianza.

Otros opinan lo contrario y ponen como ejemplo las mancomunidades recientes, frente al termómetro de las encuestas y luego por las discordias que provocan las efervescencias persitáltuicas, debido a los reacomodos.

Como podemos educir, con estos desangramientos bañan con la confusión al electorado y a los seguidores partidistas alimentados con el plato fuerte del fanatismo, en una abierta interpretación engañosa de idealismo, si la mayoría de fieles camina detrás de los colectivos, con la esperanza de una retribución particular a la hora del triunfo: Esta es la recompensa.

Estas contradicciones espirales no son nuevas y nos recuerdan la supuesta disputa pública política, a través de la prensa escrita y radial enconada, hasta que al final de aquella Semana Santa se tranzó ya con los editoriales redactados. Se pidió a uno de los virtuosos del maniqueo que parara, y que a su vez, mecanografiara sobre un tema alusivo a la Semana Mayor, el interlocutor escriba repreguntó con insolente alarde, si lo debía redactar a favor o en contra.

En el hervidero se acrecienta la guerra publicitaria. Hay un estribillo sobre “más de lo mismo”, calado como una cimitarra musulmana, para cercenar en tajos la opinión pública con su hoja curva, en una abierta referencia a 40 años de desgobierno, con el aderezo de viejas figuras políticas, pero como nadie puede tirar la primera piedra, este bumerán regresa aceitado con los restos del caldo de huesos que impregna el saturado ambiente, y como ahora los acusados acusan de lo propio a los contrarios con “más de lo mismo”, que es lo mismo de más, entonces, vuelven las centelleantes esquirlas al lugar de donde provinieron. “Más de lo mismo” es lo que se gobernó y lo mismo de más, es gobernar otra vez con los de siempre. Con temas parecidos nos entretuvo Cantinflas en su brillante carrera de actor cinematográfico.

Nuestro estómago político está casi lleno con las postulaciones preclusivas, y debe asimilar en su digestión a los ganadores y los desechos quedarán regados entre los perdedores, mientras se restañan las heridas, así trafagan los periodos de gobierno, acremente criticados por los que no ganaron. Esto se parece a las antenas de un limpiavidrios, que se desgasta en su obsesionado y enérgico vaivén para aclarar la visión electoral.

Pero también en las cañerías electorales quedan todavía fugas antes del día de las elecciones. Hay un control partidista llamado “bancadas” con mayoría de diputados, un poder devastador en oposición. Esta reciedumbre es capaz de torcer el brazo del gobierno y los candidatos para llegar de cualquier modo, voltean la mirada de su partido y peregrinan en los votantes contrarios en conciliábulos para que voten cabeza ajena superior, pero mendigan su avenencia.

Llega el momento en que no les importa quién gane para presidente, si logran el escaño y lo mismo hacen los de abajo.

De esta manera es la cosa, señoras y señores.

-El autor es abogado y profesor universitario.cherrera@cwpanama.net

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