• 18/04/2009 02:00

‘Reflejos condicionados’

Tuve el placer y el privilegio de conocer al Dr. Jorge E. Illueca, cuando este ilustre parlamentario y ex presidente nuestro presidió la...

Tuve el placer y el privilegio de conocer al Dr. Jorge E. Illueca, cuando este ilustre parlamentario y ex presidente nuestro presidió la Asamblea General de las Naciones Unidas. En aquel entonces Panamá me honró nombrándome su representante alterno, con el rango de embajador, ante dicha organización. Relato este hecho porque recientemente, como amante de la lectura —especialmente la política, visité una librería local donde me llamó la atención el libro “Al Socaire” del Dr. Illueca. Sin hesitación alguna lo adquirí.

“Al Socaire”, según el autor, contiene la totalidad de sus escritos publicados desde el año 2000 hasta el año 2008. Admito que no he completado su lectura, porque la aportación literaria del Dr. Illueca a nuestra historia ha sido tan voluminosa y la profundidad de sus pensamientos tan abarcadora, que para este servidor no ha sido tarea fácil ni de una sola lectura. Empero, encontré que entre los ensayos que he leído sobresale un pensamiento que, creo yo, refleja la médula de su amor a nuestra patria y es su convicción de lo que debe ser nuestro país.. Independiente, soberano, justo y democrático. Es nacionalista sin condición alguna. Estando en las vísperas del 3 de Mayo, encontré “Al Socaire” exhilarante.

He aquí la razón! Durante varias semanas he alegado que en esta campaña presidencial la ubicación política de Panamá —a nivel internacional, es minúscula. En medio de una crisis económica global los llamados “debates” e intercambios entre los candidatos han sido, a mi juicio, esencialmente estériles y redundantes. Sin visión programada, Panamá será un mero vagón en un tren conducido por los EUA.

No obstante, la victoria de Obama, y la posibilidad de que su victoria haya puesto fin a la visión de los neoconservadores de establecer “un nuevo siglo norteamericano”, en el cual las fronteras geográficas actuales serían reemplazadas por una red de corporaciones globales entrelazados y las decisiones serían tomadas por su juntas directivas, sería ingenuo pensar que Obama no defenderá lo que él percata como los intereses de su país. Me pregunto ¿Y Panamá?

Escribiendo sobre “Jurisdicción y Soberanía”, el Dr. Illueca señala: “No es que los panameños somos escépticos acerca de la posibilidad de hacer la defensa de nuestros intereses con la cooperación y la comprensión de los Estados Unidos. Se trata de que nuestros esfuerzos por conducir las relaciones con los Estados Unidos de manera armónica, amistosa y constructiva siempre deberían tener la virtud de convertir en algo imposible la vuelta a cualquier tipo de relación en la cual el reparto de potencia e impotencia, ventajas y desventajas, sean injusto y perjudicial para Panamá” (pg. 258) ¡Concuerdo enfáticamente con esta aseveración nacionalista! También nos dice el Dr., “En nuestras relaciones con los Estados Unidos los panameños hemos creado reflejos condicionados. Estos reflejos están determinados por nuestra historia y no desaparecieron el 31 de diciembre de 1999”. ¡Amén!

Un viejo refrán africano advierte, “el que no sabe a qué puerto se dirige, cualquier río le servirá”. Confío en que la trayectoria política de la candidata presidencial del PRD, Balbina Herrera Araúz, servirá para conducirnos al puerto deseado y sabrá ella, como presidenta, mantener y defender nuestra independencia y soberanía.

-El autor es profesor y escritor panameño residente en NY.cerussman@yahoo.com

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