• 27/04/2009 02:00

Ya el pueblo eligió...

Se dice que en política no se valoran los métodos, sino los resultados. Por ello, muchos de los que están en política utilizan la demago...

Se dice que en política no se valoran los métodos, sino los resultados. Por ello, muchos de los que están en política utilizan la demagogia como instrumento para llegar al electorado y sin sonrojo hacen promesas que saben que no cumplirán jamás. Es allí donde estriba la diferencia entre Balbina Herrera y el otro aspirante a la Presidencia de la República.

Ella ofrece ampliar y corregir un programa de trabajo, que muestra fallas y presenta debilidades que no han permitido que la bonanza económica llegue con mayor efectividad a los sectores marginales. Como electores, hemos aprendido a valorar las promesas de quienes juegan a llegar al poder, para saciar su egocentrismo enfermizo y satisfacer su vanidad, convencidos de que una buena chequera es lo necesario.

¿Por qué Balbina? Porque no debemos permitir que nuevamente se destruya el sueño de ver a alguien venido de las mismas entrañas del pueblo logrando escalar la posición que daría a los más humildes la oportunidad única de reivindicar sus sueños de ser ciudadanos de primera, en un país donde los que más pueden se burlan de los que nada o poco tienen, condenándoles a ser ciudadanos de segunda. Porque Balbina, igual que cualquier rico u otro panameño, tiene derecho a gobernar el país que la vio nacer y crecer desde sus años de líder estudiantil, luchando por hacerse una persona educada con una profesión digna que le permitiera ascender desde su humilde condición, limitada por los resabios raciales de quienes desprecian a los “cholos”, pobres o negros.

Además, Balbina es una mujer que en la brega pública ha accedido a posiciones difíciles en las que empezó aprendiendo y terminó enseñando, demostrando que está bien preparada para el evento que la espera como conductora superior de los destinos nacionales. Y también porque ha sabido combinar con éxito sus vivencias personales con una vida pública intensa, en la que también ha sabido enfrentar las profundas decepciones del alma de cualquier mujer para salir de ellas digna y sin frustraciones paralizantes y acometer con firmeza y éxito las tareas de una mujer con un destino público duro y absorbente.

Es por todo eso que te invito a que el 3 de mayor escojas a la ingeniera Balbina Herrera como presidenta de Panamá. Son muchas las cosas que estarán en juego: la estabilidad de los funcionarios públicos; el tratamiento de salud para la población necesitada; incremento salarial y mejor trato para los policías; creación de 4,000 albergues infantiles para apoyar desde las aulas maternales a la juventud; incentivos para los ancianos que no han cotizado, con $162 mensuales; construcción de escuelas, nombramientos de profesores y maestros a tiempo; y, sobre todo, darle la oportunidad a una membresía joven del PRD, bien capacitada, que espera cumplir su etapa del relevo generacional.

-El autor es periodista.erluga@cwpanama.net

Lo Nuevo
comments powered by Disqus