• 07/06/2009 02:00

¿Quién responde a las mujeres?

Aprovecho el título de un informe de progreso de las mujeres en el mundo 2008/2009, editado por el Fondo de Desarrollo de las Naciones U...

Aprovecho el título de un informe de progreso de las mujeres en el mundo 2008/2009, editado por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), cuya autoría original es de un hombre muy conocido en el mundo: José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del Gobierno de España:

“ ¿Quién responde ante las mujeres? No podemos pensar que la democracia ni el buen funcionamiento de la administración pública llevarán a nuestros países a erradicar las desigualdades de género. Si no hay mujeres entre los líderes nacionales, que ayuden a incluir la perspectiva de género en la toma de decisiones, la voz de las mujeres en los temas sociales, políticos y económicos no se escuchará”.

Lo dice el dirigente de un país que tiene un 50% de mujeres preparadas en el Gobierno y algunas ocupando puestos claves en el Ejecutivo. Esto nos compromete doblemente en los países latinoamericanos, donde las mujeres son mayoría en las diversas carreras universitarias; donde ocupan los primeros lugares en las graduaciones de las distintas profesiones; donde mantienen sus hogares, la inmensa mayoría de las veces, con hombre o sin hombre junto a ella. Las mujeres en el Gobierno del cambio, tienen doble y triple responsabilidad. Jóvenes o maduras, con poca o mucha experiencia en la Cosa Pública, tendrán que enfrentar retos muy grandes. Serán miradas con lupa en sus aciertos y sobre todo, en sus errores. No deberán actuar como muchos hombres en política, en otras palabras: erradicada la maleantería, la serruchadera, la robadera, la ineficacia, la doble moral y otras arandelas.

Deberán comprender que más mujeres en cargos públicos no constituyen por sí mismas una mejor situación para las mujeres. Al empoderamiento del cargo hay que hacerse acompañar de una capacidad pública de respuesta a los intereses de las mujeres. Esto exigirá armar alianzas de amplia base en pro de la igualdad de género. Hay que responder a las mujeres, sobre todo, si se es mujer. Se trata de aprovechar el espacio para democratizar las relaciones de poder. Esto es, transformar la política misma y fortalecer la rendición de cuentas en ese espacio de tanta lucha desigual, de tanta violencia contra las mujeres, de tanta inequidad económica.

Cuando veo en Aguadulce que, después de pasada la contienda electoral, los mismos copartidarios de Francisca Cubilla, ex candidata a alcaldesa por el Partido Panameñista, ejercen violencia postelectoral contra ella, ofendiendo su dignidad humana, distribuyendo fotografías con montajes obscenos de ella, llamándola para decirle barbaridades y otras acciones deleznables, reafirmamos que somos las mujeres quienes en primer lugar, tenemos que responder por nosotras mismas, para que los gobiernos empiecen a comprender que la rendición de cuentas política de las mujeres es impostergable.

Claro que las mujeres no somos una categoría homogénea. Tenemos distintos intereses y eso no debe ser problema, aunque a veces nos demos duro entre nosotras mismas, por aquellas que quieren ser más “vivas” actuando con los patrones que el patriarcado nos ha heredado, y nosotras, quienes hemos obtenido legitimidad política por nuestros esfuerzos representando los intereses de las mujeres. Pasar por encima de esas diferencias es un compromiso personal. Concentrarse en las acciones necesarias para que en el próximo período no vivamos el retroceso que tenemos en la Asamblea Nacional hoy, es otra necesidad.

-La autora es escritora.gloria.young1@gmail.com

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