• 03/07/2009 02:00

¿Dónde está el detalle de la crisis hondureña?

Suele ser ingrato ocuparse del oficio de abogado del diablo por todo lo que encierra el significado mismo del término desde los tiempos ...

Suele ser ingrato ocuparse del oficio de abogado del diablo por todo lo que encierra el significado mismo del término desde los tiempos incluso de la Santa Inquisición, pero el sombrío panorama político que vive Honduras merece que nos ocupemos objetivamente del ex presidente Manuel Zelaya.

Como quiera que sea, resulta inaceptable cualquier forma de golpe de Estado y peor aún tratar de justificarlo política o jurídicamente, sin embargo al examinar los hechos y descubrir las grandes equivocaciones que repercutieron negativamente en el pueblo y en los órganos de poder, se concluye que el señor Zelaya es el único responsable del caos de su Nación y víctima de su propio invento.

Todo este tiempo, desde el 2006 hasta ahora dedicó su mayor esfuerzo a dividir a los hondureños con la falsa ideología de que lo que les pasa a los pobres es culpa de los ricos. Jugó miserablemente con las ilusiones de la gente y peor aún especuló con el hambre y las necesidades de ese mismo pueblo.

El ex presidente Zelaya se negó arbitrariamente a entregar el Presupuesto Nacional de 2009 al Congreso, y lo hizo con la intención de someter a los otros poderes del Estado a sus caprichos.

Hizo con el dinero del Erario una siniestra promoción selectiva entre los que estuvieran dispuestos a apoyar lo que sería la cuarta urna, que no era otra cosa que una consulta electoral para convocar una Asamblea Constituyente con el avieso fin de perpetuarse en el poder.

Zelaya, en un país agobiado por la pobreza y las necesidades en salud, educación, urgencias por inundaciones y delincuencia no prestó atención a ninguno de estos problemas, por lo contrario, a lo interno se dedicó a una confrontación con la Corte Suprema, el Tribunal Electoral y el Congreso, desconoció y desafió todas las resoluciones de estos organismos sobre diversos temas nacionales, y a lo externo sus despropósitos también son conocidos, se alió con el Alba que lo llevó a imponer medidas irracionales inspiradas en las tesis bolivarianas de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, la peste, la guerra, el hambre y la muerte que encarnan Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega.

Entonces ¿dónde está el detalle de la crisis hondureña? Pues, en el propio Manuel Zelaya, él es el único responsable de su caída, su obstinación a imponer su voluntad por encima de la ley lo llevó a ello, por lo que resulta ridículo que él pretenda hacerse la víctima por cuanto lo que ha hecho Honduras es darle una dosis de la misma medicina que él quiso hacerle tragar al pueblo.

Ahora los compinches del Apocalipsis ya salieron en la defensa de Zelaya, a mandíbula batiente exigieron en Washington el cumplimiento de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el respeto y cumplimiento de la democracia para restituirlo en el cargo, argumento “juegavivo” que no tuvieron el valor de esgrimir cuando reclamaron el regreso de Cuba al organismo hemisférico, ¿por qué será?

Y como ellos mismos dicen que al nuevo presidente designado, Roberto Micheletti, hay que sacarlo, porque está al servicio de la plutocracia hondureña, hay que preguntarse, ¿pero al servicio de quiénes estará Zelaya?

-El autor es diplomático.gtatisg@gmail.com

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