• 06/07/2009 02:00

Aferrados a su último eslabón

Después del tsunami que les pasó por encima, y envueltos en guerras fraticidas, buscando culpables y señalando con todos los dedos de la...

Después del tsunami que les pasó por encima, y envueltos en guerras fraticidas, buscando culpables y señalando con todos los dedos de la mano, el PRD pretende aferrarse al último eslabón que les queda, al tratar de entorpecer desde el Consejo Municipal la gestión de las nuevas autoridades electas en las elecciones del 3 de mayo.

Para nadie es un secreto que, desde hace diez años, el municipio ha sido escogido como el lugar donde los representantes de corregimientos han nombrado a personas de su entorno familiar y personal, son muchos años disfrutando del erario municipal y no pueden soportar que las autoridades nuevas, léase Bosco Ricardo Vallarino y Roxana Méndez, les quiten por un momento esos placeres públicos.

El Consejo sabe perfectamente que la norma constitucional señala en su texto que corresponde al alcalde el nombramiento de todos los funcionarios municipales y eso es lo que se ha hecho, nombrar a uno que tiene un gran peso en el futuro urbanístico que le queremos dar a la ciudad capital. Que existe la Ley Municipal es cierto, pero al confrontar ambas normas, ¿cuál tiene el poder superior jerárquico? No hay que ser genio para dar la respuesta, lo que sucede es que cuando se reformó la Constitución en este punto no se adecuó la norma legal y queda la discrepancia de interpretación.

Queda en manos, si los ediles quieren tranquilidad, de la Corte Suprema determinar la legalidad o no de la designación, así como en manos de la Asamblea de Diputados adecuar la norma y ponerla a tono con la disposición constitucional, que otorga la facultad al alcalde de nombrar a todos los funcionarios municipales. Incluso se hace imperante que discuta esta norma, más cuando se aprobó a tambor batiente el tema de la descentralización, cuando muchos municipios no están preparados para asumir semejante responsabilidad.

Ya sea que la decisión llegue de un consenso o por disposición jurisdiccional, no pueden las nuevas autoridades municipales dejarse chantajear con intercambio de favores por parte del Consejo Municipal, pues no puede ser que la mayoría del pueblo votó por Bosco Vallarino y Roxana Méndez y ahora haya que cogobernar en el municipio con los mismos que durante los últimos diez años no le dieron participación a personas contrarias a su línea política. Hay que dar paso a la nueva generación, con Bosco a la cabeza, aun cuando muchos todavía buscan en sus sueños una nueva elección, lo cual nunca se dará. Pues, si dejaron correr a Bosco, porque no había anotación de la suspensión de sus derechos ciudadanos, mal pueden atrasar una decisión, cuando precisamente no existe la anotación, con lo cual el alcalde electo debe ser proclamado inmediatamente.

-El autor es abogado.roberto_ruiz_diaz@yahoo.es

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