• 17/08/2009 02:00

Viva la Feria del Libro

Desde el próximo miércoles 19 de agosto, y por espacio de cinco días, se llevará a cabo en nuestra ciudad, la Quinta Feria Internacional...

Desde el próximo miércoles 19 de agosto, y por espacio de cinco días, se llevará a cabo en nuestra ciudad, la Quinta Feria Internacional del Libro de Panamá. Es significativo que se haya podido continuar este esfuerzo en medio de las desviaciones sociales que continúan socavando nuestra estructura social. Nuestra sociedad muestra signos evidentes de analfabetismo progresivo selectivo, a pesar de la enorme cantidad de conocimiento que tenemos a la mano.

Se cree que el acontecimiento más antiguo que se tiene en relación a la impresión de textos se remonta al año 880 A.C.; una impresión de escrituras budistas llamada Diamond Sutra , impresa con una técnica llamada impresión en bloques. El texto, escrito en chino, es considerado uno de los más importantes trabajos de la Fe Budista y fue descubierto en una cueva sellada en el Noroeste de China en el año 1900. Se tiene muy poco conocimiento de la preservación de textos o documentos impresos que han sobrevivido las exigencias del tiempo, porque no existía la tecnología adecuada ni la posibilidad de realizar producciones masivas de estos y otros documentos.

Desde que Johannes Gutenberg creó los tipos de plomo para masificar la impresión de textos en 1448, al día de hoy —la era de los satélites y el Internet— el mundo cambió por completo. Tengo la impresión (la impresión), de que el mismo Gutenberg no tenía idea de que —literalmente— cambiaría el mundo de la manera en que lo ha hecho. Las infinitas posibilidades de que, como medio masivo de comunicación, sirva de vehículo para condicionar y jugar un papel principal de constantemente reordenar la conducta del homo sapiens a la hora de la configuración y reconfiguración de su realidad social y humana. No en vano la prestigiosa revista LIFE (magazine), en las postrimerías del milenio que acaba de terminar, consideró la creación de los tipos de plomo de Gutenberg como el número uno de los 100 inventos más significativos del los últimos mil años.

Si nos detenemos a pensar en todo lo que estimuló este invento, no acabaríamos nunca de asombrarnos. Permitió la propagación masiva —ante todo— del conocimiento; de los grandes descubrimientos que aún estaban por darse a conocer; del pensamiento y las enseñanzas de los grandes filósofos de la humanidad; de los textos religiosos e históricos; de las culturas y costumbres de otros pueblos y regiones. Y de las extraordinarias obras literarias de grandes escritores alrededor del mundo.

Abrió la posibilidad de que cualquier persona en el mundo pudiera tener a su alcance la llave que lo sacaría —sin lugar a dudas— de la oscuridad de la ignorancia. El invento llevó el discurso filosófico e intelectual a otro contexto, el de la documentación de las ideas y los planteamientos científicos y filosóficos que han enriquecido el acervo intelectual de la humanidad. Y puso esta documentación al alcance de todos.

Esta nueva versión de la Feria, 561 años después, es uno de los eventos de mayor importancia para el desarrollo del país, a pesar —y muy a pesar— de que los primeros cuatro versiones solo reporta 220 mil asistentes; relativamente poco si consideramos que tan solo nuestra matricula escolar de un año está por el millón de estudiantes.

Es cierto que la masificación de libros se realiza por otros métodos y con la intervención de otras tecnologías. También es cierto, que con la tecnología de esta era, el Internet ante todo, se puede acceder a casi toda la información deseada para alimentar las necesidades de conocimiento que poseemos.

La Feria del Libro es significativa en la medida en que reafirma la importancia que puede encarnar el invento de Gutenberg tantos siglos después de su creación. Sin embargo, no estoy convencido de que le estamos ganando la batalla a las ofertas mediáticas simplistas y sensacionalistas que pululan hoy en el mercado, como otros están prestos a aseverar por el éxito de esta clase de eventos.

Aún es evidente que con las oportunidades de aprendizaje tan abiertas y disponibles, el nivel cultural de nuestra población está por desarrollarse, y continuará amenazada, si no encontramos el mecanismo adecuado para marginar las influencias negativas presentes. Lo positivo es que paso a paso, con este y otros esfuerzos similares, podemos intentar la hazaña de Gutenberg y trabajar para cambiar el presente y vencer el futuro incierto que nos acecha.

*Comunicador Social.ernestoholder@gmail.com

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