• 31/08/2009 02:00

Respuesta a un disenso cínico

Hace unos días un articulista de este medio escrito esbozó una serie de argumentos —desfachatados— contra el ex presidente Ernesto Pérez...

Hace unos días un articulista de este medio escrito esbozó una serie de argumentos —desfachatados— contra el ex presidente Ernesto Pérez Balladares con la vana intención de descalificar su liderazgo político en el plano nacional.

El autor llega a conclusiones bastantes forzadas en temas como el que quiere trascender. Paso a responder. La Junta de Control de Juegos (JCJ) determinó que a nombre del ex jefe del Ejecutivo no existen acciones en ninguna de las empresas que se asocian a él por vínculos amicales o familiares.

Aunado a esto, el propio ex mandatario ha reconocido que durante su administración se otorgaron concesiones en sus diversas figuras en apego a la Ley y respetando el marco jurídico creado para tales fines. Con este proceso se puso en manos privadas la operación de las telecomunicaciones, el sector eléctrico, los puertos, casinos, salas de máquinas tragamonedas y las centrales azucareras.

A propósito de las últimas, en campaña electoral se quiso insinuar que las centrales azucareras fueron casi regaladas a sus operadores privados y en ese momento, como lo hizo ahora, el ex presidente , salió a negar esta versión bastante politizada de esa adjudicación pública.

La referencia a las privatizaciones nos lleva a concluir que la ignorancia en muchas ocasiones tiene olor a falacia. Veamos por qué: en el caso del mercado eléctrico los componentes del régimen tarifario y las interpretaciones de los actores del mercado llevaron al surgimiento de las distorsiones. Nada más recordar la propuesta del entonces Ente Regulador de los Servicios Públicos de favorecer la generación térmica (“ Combustible antes que agua ”, La Prensa 4 de abril de 2001).

El ex jefe del Ejecutivo encargó a un prestigioso buró de abogados un estudio de las disposiciones jurídicas en el caso señalado y de las que se concluyó que el antiguo Ente estaba en capacidad —como la tuvo la ASEP— de realizar las correcciones necesarias. Pero ahora nos salen con que inventaron el agua tibia.

Aplaudo que el autor, destaque que los operadores de los servicios básicos de los cuales el Estado —o sea todos nosotros— es socio, paguen dividendos. Lo que resulta óptimo si comprendemos que el Estado dejó de invertir en estos sectores y eso se transforma en disponibilidad para emplear mayores recursos financieros en programas sociales. No está mal reconocer que la privatización nos ha dado ventajas competitivas como país. También es de valientes reconocer —como Pérez Balladares lo hizo públicamente— que se debe analizar el beneficio o no de este proceso y de ser necesario entonces tomar las acciones que el marco legal y la jurisprudencia nos permita hacer.

Tal como afirma el articulista, corresponderá a las autoridades competentes realizar las investigaciones pertinentes en el caso que refiere, obviamente respetan do el debido proceso y el derecho a la presunción de inocencia. Otra cosa distinta, es la discusión que a través de la opinión se hacen de estos temas en los que prevalece por la propia naturaleza del género y algunas otras motivaciones; lo subjetivo.

Creo que si de lecciones de moral se trata, deberíamos empezar por analizar la conveniencia que tienen para el interés nacional las designaciones de embajadores que guardan vínculos familiares con ministros y el propio presidente de la República, a propósito de la cita que hace en relación a mirar la paja en el ojo ajeno.

Le informo al letrado que, en el caso referido a las aspiraciones frustradas del candidato del Partido Revolucionario Democrático (PRD) en 1999; éste tomó la decisión acertada o no de desvincularse de la gestión presidencial. El resto de su sustento es una mera especulación. El ex mandatario tiene la facultad —como todos nosotros— de ejercer el derecho a opinar. Potestad que también tiene Usted —por muy incoherentes que sean sus ideas— y si se siente saturado, pues está facultado para hacer ¡“ swich off ”! Por último me reitero en que la opinión es ciertamente un derecho y es a través de ella que expresamos nuestro consenso o disenso en torno a asuntos públicos, y se aporta un flujo de información necesario.

Sin embargo, la opinión no está fundada en una certeza o realidad, sino en el modo particular que tiene una persona de percibir las cosas, por lo que ese derecho también conlleva responsabilidades. La democracia es tolerancia, pero la tolerancia no significa permitir la difusión de falsedades.

*Periodista y jefa de Prensa del ex presidente Ernesto Pérez Balladares.crojas@cwpanama.net

Lo Nuevo
comments powered by Disqus